Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Crisis energética en Europa podría generar una bonanza carbonífera en Colombia

La crisis energética en Europa, ocasionada por el corte en el suministro de gas natural ruso a varios países, ha hecho que algunos de estos opten por usar carbón para producir energía y esto podría beneficiar la producción nacional de este mineral, sin embargo, las políticas energéticas de Gustavo Petro podrían mermar la euforia.

El carbón colombiano podrá tener una segunda oportunidad con motivo de la crisis energética en Europa. Foto: Pixabay
El carbón colombiano podrá tener una segunda oportunidad con motivo de la crisis energética en Europa. Foto: Pixabay

La crisis energética en Europa, ocasionada por el corte en el suministro de gas natural ruso a varios países, ha hecho que algunos de estos opten por usar carbón para producir energía y esto podría beneficiar la producción nacional de este mineral, sin embargo, las políticas energéticas de Gustavo Petro podrían mermar la euforia.

666 es para muchos una cifra demoniaca, pero para los productores de carbón puede significar una ‘bendición’ debido a que este es el porcentaje en el que la referencia internacional del precio del carbón ha aumentado, lo que para las empresas que explotan este mineral en Colombia podría significar una gran oportunidad.

Aunque el mundo anhela por una descarbonización debido a los diferentes compromisos ambientales y a la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar el cambio climático, la crisis energética ocasionada por el conflicto bélico entre Ucrania y la Federación de Rusia, ha hecho que el gobierno de Vladimir Putin haya suspendido el suministro de gas a algunos países de Europa, mientras que a otros los surte a cuentagotas.

Países como Austria han optado por volver al uso del carbón para generar energía aun cuando debe habilitar una antigua planta para ello, cerrada por sus políticas medioambientales, las cuales sufrirán un reversazo por tratarse de una situación de emergencia que puede ocasionar una parálisis en el aparato productivo de la nación.

Los países bajos también han optado por el carbón para producir energía y el mineral que llega a Roterdam, uno de los principales puertos del continente europeo se está cotizando a 400 dólares por tonelada, cuando hace un año costaba 60, lo que supone una oportunidad para Colombia, que ha reducido significativamente su producción desde el inicio de la emergencia generada por la pandemia de la COVID-19.

“Estamos vendiendo nuestros carbones a un mejor precio y por supuesto que las regalías que se pagan por el carbón, tanto los carbones del interior de pequeña y mediana minería, que es una regalía del 5% del valor de la producción, como la de la gran minería, que es el 10% del valor de la producción, genera que entre mayor sea el precio, mayores sean los ingresos por regalías”, dijo Carlos Cante, presidente de Fenalcarbón al diario el Nuevo Siglo.

El dirigente explicó que a pesar de la gran oportunidad que puede significar la demanda de carbón en Europa, el país está produciendo a su máxima capacidad, por lo cual debería adaptarse para hacerlo en mayor volumen y responder a las exigencias de la situación en el viejo continente.

Pero todo no es optimismo para el gremio carbonífero debido a las políticas medioambientales del presidente electo Gustavo Petro, que espera lograr una transición energética en el país hacia energías limpias, por lo tanto, la explotación de carbón en Colombia podría llegar a su fin.

En el ámbito carbonífero mundial, Colombia es considerado un pequeño productor con menos de un 5% del total, mientras que Estados Unidos, China, India, Australia, Rusia y Suráfrica componen más del 80% del total en el orbe.