Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Coleros, la profesión de quienes hacen filas en Cuba para los demás

Coleros, la profesión de quienes hacen filas en Cuba para los demás. En la isla socialista se deben hacer largas y demoradas filas para adquirir los escasos alimentos y productos disponibles en medio de una precaria economía, debilitada aún más por la pandemia.

Las colas en Cuba son pan de cada día y algunos las hacen para otros justamente para ganarse el pan de cada día debido a la difícil situación económica. Foto: Twitter @RadioTrinidad
Las colas en Cuba son pan de cada día y algunos las hacen para otros justamente para ganarse el pan de cada día debido a la difícil situación económica. Foto: Twitter @RadioTrinidad

Coleros, la profesión de quienes hacen filas en Cuba para los demás. En la isla socialista se deben hacer largas y demoradas filas para adquirir los escasos alimentos y productos disponibles en medio de una precaria economía, debilitada aún más por la pandemia.

Para nadie es un secreto que la situación en la isla de Cuba es difícil en su afán de mantenerse como el último bastión del socialismo en el mundo, los embargos económicos de décadas han generado un difícil panorama de abastecimiento de los productos más esenciales como lo son los alimentos.

El gobierno cubano entrega pocas cantidades de artículos como la carne y lo hace con escasa frecuencia, además los ciudadanos deben adquirirlos haciendo largas colas, las cuales pueden tomarle a cada persona casi un día completo.

En ningún lugar del mundo es agradable tener que hacer filas de largas horas, y en la isla de Cuba, aparte de tediosas horas en las que hay que estar atento para no perder el puesto, también hay que soportar el inclemente sol caribeño, que obliga a muchos a tratar de soportarlo sin una gota de agua ni bocado de comida.

La pandemia ocasionada por el coronavirus ha puesto más difíciles las cosas en la isla porque el turismo está casi que totalmente mermado, sumado al embargo económico desde los Estados Unidos, los depósitos o remesas en dinero desde el extranjero, han disminuido dramáticamente y el gobierno ha tenido que hacer una reforma monetaria, así como otras en salarios y precios, y aunque la idea es mantener exclusiva la circulación al peso cubano, el dólar es la moneda que manda, y quien posea unos cuantos, puede facilitarse de algún modo la difícil vida por estos días en Cuba.

En Cuba hay que hacer fila para casi todo y por eso apareció una nueva profesión, la de ser colero, esa persona dispuesta a ocupar el puesto en la fila por unos pesos, o si se puede, dólares.

Personas de todas las condiciones han tenido que recurrir a esta forma de obtener ingresos, profesionales capacitados se han visto avocados a ponerse en una fila bajo el sol durante varias horas y llevar dinero y comida a sus casas, la nueva “profesión” se ha visto tomada por muchas personas más, a tal punto que el gobierno imparte sanciones para aquellos que la realizan, obligando a los “coleros” a meterse en las largas filas solo por algunos días a la semana.

Muchos profesionales han dejado sus labores y dedicarse a ser coleros, algunos ganaban un promedio de 15 dólares al mes, pero haciendo colas pueden obtener 40 en solo unos días de trabajo.

Cuando alguien llega a una fila en Cuba, sabe que puede negociar un puesto más favorable, solo es cuestión de poder pagar la tarifa del colero, aunque muchos no pueden hacerlo y deben hacerse a la idea de pasar largas horas bajo el sol del Caribe.