Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Empleado compró saliva infectada con la COVID-19 para deshacerse de su jefe

Un empleado compró saliva infectada con la COVID-19 para deshacerse de su jefe, el hecho se conoció en Turquía luego de que el mismo empleado escapara con un dinero producto de la venta de unos automóviles.

Un hombre turco ofreció un vaso de agua con saliva infectada de la COVID-19 a su jefe para atentar contra él. Foto: Pixabay
Un hombre turco ofreció un vaso de agua con saliva infectada de la COVID-19 a su jefe para atentar contra él. Foto: Pixabay

Un empleado compró saliva infectada con la COVID-19 para deshacerse de su jefe, el hecho se conoció en Turquía luego de que el mismo empleado escapara con un dinero producto de la venta de unos automóviles.

En tiempos de la COVID-19 suceden cosas tan asombrosas como el número de muertes producidas por el virus, de hecho, personas aprovechan el mismo mal para hacer daño a otras sin importar lo abominable que puedan ser los resultados.

En la ciudad turca de Adana, un hombre propietario de un negocio de venta de automóviles denunció ante las autoridades a un empleado suyo por querer asesinarlo con saliva infectada con la COVID-19.

Ramazan Cimen, es acusado por su antiguo jefe, Ibrahim Unverdi de haberse quedado con el dinero de un negocio de la venta de automóviles, Cimen debía recoger el pago, pero escapó con el dinero, luego le confesó a su jefe que lo hizo para pagar una deuda personal.

Unverdi había logrado la venta de unos autos y pidió a su empleado dirigirse hasta donde el cliente y luego llevar el dinero hasta la oficina, lo cual no sucedió, entonces llamó a Ramazan Cimen para ver qué había sucedido y por qué tardaba tanto y fue allí cuando el empleado le hizo la confesión.

Lo más aterrador no fue que el empleado se hubiese quedado con el dinero de la venta de los automóviles, sino lo que había pretendido hacer antes, pues otro empleado del concesionario de automóviles declaró que Cimen había comprado saliva infectada de la COVID-19 para ponerla en un vaso de agua que ofreció a su jefe.

En aquella oportunidad, Unverdi no recibió el agua ofrecida por su empleado y dio gracias a Dios por no haberlo hecho, además aseguró al medio turco “Hurriyet” que el asunto hubiese terminado en una gran tragedia porque él vive con sus padres, dos personas con graves quebrantos de salud, además de su esposa e hijos por lo que, si se hubiese infectado, los hubiese también infectado a ellos y les habría podido provocar la muerte.

Las autoridades indicaron que el botín que Cimen robó ascendía a 215 mil liras, unos 108 millones de pesos y todavía no ha sido atrapado por la policía, sin embargo, el hombre envía constantes mensajes en los que amenaza a su jefe y a toda su familia, razón que mantiene al empresario y a los suyos con mucho temor y confinados en su casa para evitar represalias del delincuente.

Las autoridades investigan el caso y esperan pronto dar con el paradero del exempleado del negocio de autos que quiso deshacerse de su jefe de una manera bastante aterradora.