Fuertes choque en los Países Bajos contra la policía por protestas por restricciones en la pandemia

Mientras el mundo atraviesa por un rebrote de COVID-19 con numerosos casos de contagios y personas fallecidas, los diferentes gobiernos han tenido que decretar mayores limitaciones a la movilidad de sus habitantes, pero estas medidas que buscan frenar los contagios a muchos no les agradan, tal es el caso de los Países Bajos, en donde en varias ciudades se ha implementado el toque de queda.

Esta determinación, que no se tomaba con tanto rigor desde los días de la Segunda Guerra Mundial, fue tenida en cuenta como una herramienta para detener el avance de la COVID-19 en el país, además en Europa existe un fuerte problema diplomático y legal con las farmacéuticas que han mostrado retrasos con la distribución de sus biológicos.

El gobierno de los Países Bajos determinó el toque de queda hasta el 9 de febrero, medida que no cayó bien en distintos sectores de la población y por esta razón decenas de manifestantes se fueron a las calles a protestar, derivando esto en fuertes enfrentamientos con la policía, lo cual ha generado en las últimas noches, jornadas de caos e incertidumbre.

El descontento de las personas que salieron a las calles degeneró en disturbios que tuvieron que ser enfrentados por las fuerzas de seguridad con chorros de agua y acciones de choque, las ciudades de Rotterdam, uno de los principales puertos marítimos de Europa y la ciudad de Geleen, al sur del país fueron escenarios de refriegas y actos de vandalismo.

Las autoridades reportaron que se han tenido que ver en la obligación de lanzar chorros de agua contra manifestantes que han utilizado bengalas y fuegos artificiales, las autoridades han tenido que autorizar de emergencia facultades para las fuerzas de seguridad y así arrestar y controlar a los descontentos manifestantes.

Lo que en un principio fue una jornada de manifestación terminó en una seguidilla de actos vandálicos en los que varias personas han saqueado almacenes y destrozado e incendiado el mobiliario urbano y algunos vehículos; los medios de comunicación dan cuenta de que un reportero gráfico fue perseguido por una turba y recibió un golpe contundente con un ladrillo.

Las protestas se han extendido en los últimos a otras ciudades del país como es el caso de La Haya, en donde tiene su sede la Corte Penal Internacional, así como a Ámsterdam, Appeldoorn, Arnhem, Breda, Eindhoven, Enschede, Ruremond, Tilbourg y Venlo.

Se ha detenido a más de 250 manifestantes mientras la COVID-19 sigue recrudeciéndose en una nación que ahora presenta registros superiores a los de los meses de marzo y abril, cuando la primera ola del virus atacó con fuerza.

Los Países Bajos se acercan al millón de casos positivos por COVID-19 y cerca de 13.500 personas han fallecido a causa de esta enfermedad.