Por: Christopher Ramírez • Colombia.com

Hombre murió ahogado tras pedir matrimonio a su novia

El protagonista de esta historia se ahogó tras pedirle a su novia que se casara con él.

Actualización
Steven Weber (q.e.p.d), tras pedir la mano de su novia en matrimonio. Foto: Twitter
Steven Weber (q.e.p.d), tras pedir la mano de su novia en matrimonio. Foto: Twitter

El protagonista de esta historia se ahogó tras pedirle a su novia que se casara con él.

El pasado fin de semana, las redes sociales se contagiaron de tristeza por una historia de amor que, infortunadamente, terminó en desgracia.

El pasado 19 de septiembre, Steven Weber, un estadounidense que descansaba con su novia en Tanzania, tuvo una maravillosa idea para proponerle a la chica que se convirtiera en su esposa. La pareja había alquilado una hermosa habitación cuyas paredes no eran más que vidrios que separaban el cuarto de un gigantesco cuerpo de agua. Es decir, desde el interior de la habitación lo que único que se podía ver era agua y más agua.

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Aprovechando esta gran escena, el hombre decidió sumergirse y aparecer del otro lado de la ventana con una carta que tenía el siguiente mensaje:

"No puedo contener la respiración lo suficiente como para decirte todo lo que amo de ti. Pero ... todo lo que amo de ti, ¡lo amo cada día más!". Segundos después Weber gira la hoja y, con palabras escritas le dice a su novia: “¿Te gustaría casarte conmigo?”

El momento quedó retratado en un video que grabó Kanesha Antoine, la que hasta entonces era la dichosa novia de Weber.

Ahora bien, la mujer pasó de la felicidad a la tristeza en cuestión de segundos, pues, aunque su novio bajó con careta para proteger sus ojos, no portaba un tanque de oxígeno. Por esto, tras mostrar el anillo de compromiso a la que hubiera sido su futura esposa, el hombre intentó salir del agua, aunque sin éxito.

Steven murió ahogado.

"Adiós, amor"

En su cuenta de Facebook, Kanesha publicó el video y escribió una sentida carta en honor al que dio su vida por demostrarle su amor:

“Nunca emergiste de esas profundidades, así que nunca escuchaste mi respuesta, “¡Sí! ¡Si! ¡Un millón de veces, sí, me casaré contigo!” Nunca pudimos abrazarnos y celebrar el comienzo del resto de nuestras vidas juntos, ya que el mejor día de nuestras vidas se convirtió en el peor, en el giro más cruel del destino imaginable.

Por favor, ámense mientras puedan, tan duro como puedan. Sé que en cualquier parte del universo donde reside el espíritu de Steven, eso es exactamente lo que está haciendo: dar amor y difundir alegría y risas. Y conociéndolo, siempre rápido con una broma de mal gusto, probablemente está entreteniendo a alguien con una historia sobre cómo realmente arruinó esa propuesta y murió mientras era extra. ¡Descansa bien, mi dulce bebé! ¡Siempre sé que eres amado por siempre!”.

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