Niño nigeriano que baila ballet bajo la lluvia recibió una beca

Las calles de Nigeria son lugares muy pobres y abandonadas, son ejemplo claro de la pobreza y la violencia que durante muchos años los han azotado, en ellas no solo se encuentran presentes la suciedad y la contaminación, también conviven sueños de jóvenes que no se pueden ocultar así las condiciones parezcan hacerlos olvidar.

Anthony Mmesoma Madu es el protagonista de un video que emocionó hasta las lágrimas a más de un desprevenido navegante que al escudriñar en internet se encontró con un emotivo video que es una muestra de que cuando se tiene pasión y amor por algo, no importan las condiciones ni los obstáculos que se presenten.

Anthony es un niño nigeriano que ama la danza y en un video mostró sus dotes para el ballet, sin importar hacerlo en las calles, ni mucho menos, bajo una lluvia torrencial que espantaría a cualquiera, pero no al joven bailarín.

El niño de 11 años baila ballet sin música, en las calles de la ciudad de Badagry y ellas fueron el escenario improvisado para una presentación espontánea en la que quedan demostradas las cualidades innatas que tiene el chico para esta disciplina de la danza artística.

“Bailar me hace sentir como si estuviera soñando, bailo ballet porque amó bailar”, esas fueron las palabras de Anthony Mmesoma Madu cuando le preguntaron por lo que estaba haciendo, el video fue difundido por la academia de baile Leap of Dance.

El video causó gran sensación y tuvo más de 20 millones de vistas, lo cual llamó la atención del American Ballet Theatre de la ciudad de Nueva York, que le concedió una beca y además le permitió poder acceder durante lo que resta del año a internet para que pueda capacitarse virtualmente y prepararse para el 2021, ¿la razón?, el próximo año irá a los Estados Unidos porque recibirá las clases de forma presencial.

Este video cambió la vida del pequeño Anthony porque pasó de las calles de Nigeria como improvisado escenario de ballet, a los futuros escenarios en donde conocedores y grandes bailarines dan rienda suelta a la plasticidad y estética.

Muchos niños de su edad en Nigeria creen que Anthony baila una danza extranjera, un chico de 11 años al que sus padres quieren que se prepare como sacerdote.

Anthony ya tiene claro qué es lo que quiere hacer y seguramente, gracias a sus dotes, los grandes escenarios del ballet mundial lo están esperando.