La tensión entre Elon Musk y Donald Trump escala en medio de millonarias pérdidas para Tesla

La pelea entre el magnate de la tecnología Elon Musk y el expresidente de Estados Unidos Donald Trump se ha salido de control, generando repercusiones políticas, económicas y en la bolsa que ya comienzan a sentirse. La disputa, que empezó cuando Musk lanzó fuertes críticas contra el nuevo paquete fiscal promovido por Trump, conocido como "One Big Beautiful Bill", que propone eliminar subsidios clave para los vehículos eléctricos, además de otras medidas con un enfoque proteccionista, ha escalado rápidamente.

Tras renunciar a su puesto en la Casa Blanca, desde su red social X, Musk cuestionó abiertamente la viabilidad del proyecto y advirtió que podría llevar a la economía estadounidense a una recesión en la segunda mitad de 2025. 

Pero la cosa no paró ahí, Musk también insinuó que Trump habría tenido vínculos con el fallecido y polémico financista Jeffrey Epstein, lo que provocó una respuesta inmediata y agresiva por parte del exmandatario.

Desde su círculo más cercano, Trump lo calificó como “alguien que perdió el juicio” y dejó abierta la posibilidad de revisar contratos estatales con empresas de Musk, como SpaceX y Tesla. Esta declaración encendió las alarmas en los sectores tecnológicos y de defensa, dado que ambas compañías tienen acuerdos estratégicos con el gobierno de EE. UU., incluyendo misiones espaciales y desarrollo de tecnología militar.

Además, en medio de la tensión, se filtró que Musk amenazó con suspender temporalmente la participación de la nave Dragon en misiones de la NASA. No obstante, después de conversar con asesores externos, entre ellos el inversionista Bill Ackman, bajó un poco el tono.

Tesla en terreno resbaloso

Mientras tanto, Tesla no la está pasando bien en los mercados financieros; la empresa ha perdido valor en la bolsa, en parte por el ruido que ha generado este enfrentamiento y por rumores sobre posibles recortes en los incentivos para la industria eléctrica. Analistas aseguran que ya se sienten los efectos: desde salidas de inversionistas institucionales hasta retrocesos en acuerdos de exportación.

Además, Tesla reportó pérdidas millonarias en su último trimestre, en un contexto donde las ventas en China se redujeron, la competencia está más fuerte que nunca y el mercado ya no muestra el mismo entusiasmo por sus modelos más recientes. Todo esto dibuja un panorama complicado para Musk, quien ahora enfrenta presiones tanto dentro como fuera del mercado estadounidense.