Una confesión le daría un giro inesperado al caso del asesinato de Edwin Arrieta

Después de tres meses del asesinato del médico colombiano Edwin Arrieta en Tailandia a manos del relacionista público que decía ser chef, Daniel Sancho, el caso sigue enredándose, a pesar de que el hijo del actor español Rodolfo Sancho confesó su autoría.

Edwin Arrieta Arteaga, cirujano plástico colombiano, fue asesinado a cuchilladas y golpes y después fue desmembrado, acciones que fríamente contó a la Policía el confeso asesino de 29 años, que mantenía una relación sentimental con el nacido en Córdoba de 44 años.

Daniel Sancho dijo que cometió el crimen porque el cirujano había amenazado con matar a su familia, además aseguró que el colombiano era un hombre agresivo, sin embargo, se conoció que el español tenía antecedentes de agresividad con algunos problemas como altercados callejeros.

“Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, declaró ante la Policía tailandesa, Daniel Sancho.

Nuevo giro

Daniel Sancho, detenido en una cárcel de Tailandia y quien ha logrado dilatar el juicio por asuntos como fallos de procedimiento o imposibilidad de conseguir abogados tailandeses que hablen español, podría verse beneficiado con un nuevo giro que podría tener el caso.

Panya Niratimón, coronel de la Policía de Tailandia y el primero en tomar declaración a Daniel Sancho, aseguró que, de acuerdo a una nueva confesión, el crimen no pudo ser consumado por una sola persona.

El coronel no ha entregado más informaciones porque está se encuentra revestida de confidencialidad, pero coincide su apreciación sobre una tercera persona en la escena del crimen con la de la portavoz de la familia de Daniel Sancho, según la cual el relacionista público no actuó solo.

Daniel Sancho aseguró que había tardado tres horas en el descuartizamiento, pero otra de las misiones es el desmembramiento, más demorado que la primera acción, por lo que cobra importancia la posibilidad de que una tercera persona le haya ayudado a matar o a descuartizar y desmembrar el cadáver del médico colombiano, o ambas cosas.

La familia de Daniel Sancho y sus abogados habían intentado que la justicia tailandesa le permitiera ser juzgado en España, lo que fue negado inmediatamente por la gravedad del crimen cometido en Tailandia, que en este país oriental podría ser castigado con la pena de muerte.

La prensa sensacionalista española trata como víctima a Daniel Sancho, pero la justicia de Tailandia solo comprende que el confeso asesino debe pagar con su vida o con la cadena perpetua.