Vladimir Putin quiere crear un “Turismo de vacunas” en Rusia

El presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin desea abrir el país para que los extranjeros que quieran vacunarse contra la COVID-19 lo hagan en su país con los biológicos Sputnik-V, una vacuna a la que muchos han mirado con recelo y que según el mandatario ha tenido sobre sí razones políticas para no ser utilizada.

Al igual que lo que realiza los Estados Unidos, Rusia pretende abrirse a la vacunación de extranjeros y pidió que para finales del mes de junio se tenga un plan para este fin, además acusó a los Estados Unidos de querer frenar el desarrollo de la nación y también acusó a occidente de no adquirir la vacuna rusa por fines políticos.

El mandatario ruso elogió la vacuna Sputnik-V, biológico que se encuentra pendiente de aprobación por parte de la Organización Mundial de la Salud y a pesar de que el proceso de vacunación ruso inició en diciembre con tres inmunizantes desarrollados en el país de 144 millones de habitantes, solo 20 millones de personas se han puesto al menos una dosis.

En Rusia el proceso de vacunación es voluntario, pero algunos funcionarios consideran que se debe declarar obligatoria para comenzar a mostrar avances en el alcance de la inmunidad, actualmente el país mantiene cerrada las fronteras con los países miembros de la Unión Europea, pero así quiere invitar a los extranjeros a vacunarse en su territorio.

“Rusia no solo cubre completamente sus propias necesidades. También podemos brindar a los ciudadanos extranjeros la oportunidad de venir aquí y vacunarse”, manifestó el presidente Vladimir Putin.

Hasta el momento las iniciativas o “paquetes” turísticos desarrolladas en Rusia estaban limitadas a visitas sanitarias a una clínica por parte de turistas alemanes, pero algunos consideran que cuando Rusia implemente una apertura de su país para la vacunación de los extranjeros, la mayoría de países europeos habrán superado la escasez de biológicos y habrán avanzado en sus procesos de vacunación, además los paquetes turísticos podrían resultar costosos y eso restaría interés por viajar hasta el gigante exsoviético.