El EMC suspende la negociación que mantenía con el Gobierno Nacional
Por medio de un comunicado, las disidencias expusieron que suspenden los diálogos por incumplimientos del estado en sus acuerdos.
Por medio de un comunicado, las disidencias expusieron que suspenden los diálogos por incumplimientos del estado en sus acuerdos.
Se complica la búsqueda de la paz en Colombia. El grupo disidente más importante de exguerrilleros, que se mantuvo armado después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aceptaran un acuerdo de paz en 2016, ha decidido suspender las conversaciones de paz con el gobierno colombiano.
El colectivo guerrillero conocido como el Estado Mayor Central (EMC) anunció en un comunicado que han suspendido el diálogo y la agenda de la paz, y que iniciarán un proceso de consulta interna con su comisión de diálogo, instando al Gobierno nacional a hacer lo mismo.
La negociación, que comenzó el 16 de octubre en Tibú, en el noreste del país, se detuvo debido a que el EMC considera que hubo incumplimientos por parte del Estado, aunque no especificaron cuáles compromisos exactos se habían incumplido. Entre tanto, la guerrilla dejó abierta la posibilidad de sentarse de nuevo a la mesa, cuando se superen las dificultades anteriormente descritas, para reanudar las negociaciones.
“Solo será posible reanudar las conversaciones, si existe la creación de un documento donde el Estado se comprometa con el cumplimiento de cada uno de los acuerdos, de los decretos, de los protocolos y compromisos que se adopten al interior de la mesa de diálogos”, manifestó el EMC, y no posturas que no han sido discutidas.
Previo a esto, tanto el gobierno como los disidentes habían acordado mantener un alto el fuego hasta el 15 de enero. En medio de esta inestabilidad de los diálogos que suponen un riesgo para la paz en Colombia, llegó un parte de tranquilidad. El grupo EMC reafirmó en su comunicado que la tregua sigue en vigor.
El comunicado, que fue expuesto por medio de la red social X, fue publicado por medio estas dos imágenes:
El objetivo del gobierno colombiano es desmovilizar a unos 3,500 combatientes disidentes de las FARC y poner fin a su insurgencia armada de una vez por todas. El gobierno busca brindar a los disidentes una segunda oportunidad para renunciar a las armas después de que rechazaron el acuerdo de paz de 2016 con las FARC, de la cual formaban parte en ese momento.
Según el acuerdo de 2016, alrededor de 7,000 combatientes de las FARC entregaron sus armas e intentaron reintegrarse a la vida civil, aunque una facción liderada por el líder guerrillero Néstor Gregorio Vera optó por seguir combatiendo.