Por: Gracia Altamirano • Colombia.com

“Petro ondeó la bandera de la muerte”: Fico Gutiérrez lanza dura crítica al presidente por evento de “Paz Urbana” con cabecillas del crimen en Medellín

La visita de Petro a Medellín desató un escándalo político: opositores rechazan el evento por permitir la participación de cabecillas del crimen.

El alcalde Federico Gutiérrez calificó como “inadmisible” el evento en La Alpujarra. Foto: Twitter @FicoGutierrez
El alcalde Federico Gutiérrez calificó como “inadmisible” el evento en La Alpujarra. Foto: Twitter @FicoGutierrez

La visita de Petro a Medellín desató un escándalo político: opositores rechazan el evento por permitir la participación de cabecillas del crimen.

El presidente Gustavo Petro volvió a desatar una tormenta política tras su más reciente visita a Medellín. Esta vez, las críticas llegaron con contundencia desde todos los sectores de la oposición, encabezadas por el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, quien calificó como “inadmisible” el evento organizado en la Plazoleta de La Alpujarra y lanzó una de las frases más duras de su mandato: “Petro ondeó la bandera de la muerte”.

El mandatario local rechazó abiertamente la presencia de cabecillas de organizaciones criminales que, aunque privados de la libertad, fueron trasladados con autorización desde la cárcel de Itagüí para participar en el evento convocado por la Presidencia sobre “Paz Urbana”. Para Gutiérrez, permitir que los máximos responsables de extorsiones, asesinatos y amenazas caminaran libremente entre los ciudadanos, aunque fuera por unas horas, puso en riesgo a Medellín y a sus víctimas.

Polémica por presencia de líderes criminales

El acto, que se llevó a cabo este viernes, fue presentado por el Gobierno como un intento por avanzar en acuerdos de sometimiento con estructuras del crimen organizado. Petro planteó la controvertida posibilidad de brindar beneficios judiciales a cambio de la desmovilización y el cese total de actividades delictivas por parte de esas organizaciones. Sin embargo, la presencia física de al menos nueve jefes de bandas criminales en el evento desató una ola de indignación.

A la voz del alcalde se sumaron la del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien acusó al Gobierno de legitimar estructuras ilegales, y la de la senadora María Fernanda Cabal, quien calificó el acto como una muestra de impunidad disfrazada de reconciliación.

Desde la oposición se advirtió que este tipo de decisiones erosiona la confianza de la ciudadanía en las instituciones, envía un mensaje peligroso a las víctimas y desmoraliza a la Fuerza Pública. Incluso se puso en entredicho la legalidad del procedimiento que permitió la salida temporal de los presos para un evento político, sin claridad sobre las garantías ni el alcance real de la propuesta.

En medio de la controversia, el presidente respondió defendiendo el diálogo como herramienta de transformación para los territorios más golpeados por el crimen. No obstante, el episodio ha reavivado el debate sobre los límites de su política de “Paz Total” y los riesgos de involucrar a actores armados en procesos públicos sin condiciones claras.

 

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