Gustavo Petro propone un tren entre Villavicencio y Bogotá con llegada al mar

Los ferrocarriles llevan casi 200 años viajando sobre los rieles de acero del mundo, pero en Colombia, este medio de transporte es considerado un dinosaurio, y no porque el país sea el más aventajado en asuntos de modernidad, sino que, así como los grandes animales prehistóricos, el tren en nuestro país desapareció de un solo tajo.

Los trenes de pasajeros desaparecieron y solo existen unos cuantos turísticos y los que llevan carga, también los hay privados como los que transportan carbón en el campo del Cerrejón en la Guajira, por eso, cuando se habla de trenes, suena a ideas descabelladas.

En una reciente visita a la ciudad de Villavicencio, la bella capital del departamento del Meta, el aspirante presidencial Gustavo Petro lanzó la idea de un tren que uniera a la capital del Meta con Bogotá, la capital de la República.

“¿Por qué no soñar con que un ferrocarril puede juntar Villavicencio con Bogotá y por tanto a Bogotá con el mar?”, manifestó el aspirante presidencial perteneciente al Pacto Histórico.

El senador de la República también indicó que esa idea seguramente no le gustará a un ´banquero´, debido a que el dueño de las concesiones y hay que pagarle por una vía que siempre sufre daños y con artimañas se ha logrado que sea el estado el que pague.

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“A ver, pensemos lo que le ha pasado a la carretera con sus altísimos peajes. El banquero que sabía del tema le entregó como responsabilidad al Estado, no a él a pesar de que es él el que cobra los peajes, 120 puntos críticos de la carretera. Que en general es en donde se bloquea. Entonces cuando caen las rocas, resulta que ese es uno de los puntos que se exoneraron al contratista de la concesión y ahí le toca al Estado pagar para recuperar la vía”, expreso en su discurso Gustavo Petro.

Sin dar nombres propios, el aspirante presidencial se fue contra el banquero dueño de la concesión, que se enriquece y nunca pierde, mientras que al Estado le toca pagar los daños cuando estos ocurren en una vía que ha sido un dolor de cabeza para los viajeros durante décadas.

La propuesta de Gustavo Petro no fue bien recibida y muchos optaron por burlarse de la misma, algunos le recordaron que como alcalde de Bogotá no pudo detener la operación de Transmilenio y si va a crear un ferrocarril. La revista Semana, tradicionalmente antipetrista y progobierno, tilda la idea de la figura de la oposición como el “trencito de Petro”.