Proyecto de ley busca dar cárcel a acosadores callejeros al tipificar su conducta como delito

Ser mujer en Colombia no es fácil porque tradicionalmente el país ha tenido costumbres machistas y durante mucho tiempo la sociedad nacional prefirió hacerse de la vista gorda y los oídos sordos ante un problema que con los años fue creciendo hasta convertirse en un problema grave que atenta contra la dignidad e integridad de las mujeres, aunque no es extraño que los hombres también sean, aunque en menor grado, víctimas del acoso callejero.

Los piropos obscenos, los chiflidos y los pitos de los carros cuando hay una mujer se convirtieron en parte del paisaje, pero ninguna mujer se siente tranquila, porque esto compone un ambiente de intimidación, persecución y degradación, que lamentablemente, ha sido aprendido por generaciones de jóvenes que no encuentran en ello algo anormal.

Los estudios indican que, en ciudades como Bogotá, 6 de cada 10 mujeres son víctimas de acoso sexual callejero, y este dejó de ser un compendio de piropos obscenos, chiflidos y pitos de vehículos; pues los tocamientos, el exhibicionismo, el manoseo, los seguimientos y las grabaciones no consentidas en espacio público son parte de esta problemática que pretende ser ahora tipificada como un delito.

La líder del proyecto de ley, Katherine Miranda, busca que se tipifique como un delito el acoso callejero, la representante a la Cámara de la Alianza Verde considera que este problema no es un mal menor y que necesita legislación para evitar que se siga presentando. 

“Esta es una situación aberrante que vivimos especialmente millones de mujeres en Colombia cada vez que salimos al espacio público. Con esta ley se sancionaría con penas de prisión de uno a tres años a quien, sin el consentimiento de la otra persona, acose, asedie física o verbalmente, realice actos de exhibicionismos, tocamientos o cualquier conducta sexual inequívoca en espacio público o semipúblico como el transporte urbano”, manifestó la congresista Katherine Miranda.

Infortunadamente las víctimas de este tipo de situaciones prefieren no denunciar por la ausencia de claridad sobre cómo investigar y sancionar, y muchas mujeres tienen que atravesar por un suplicio cuando viajan a bordo de vehículos del transporte público, espacios en donde se presentan tocamientos y exhibicionismo.

“No es posible que las mujeres tengan que someterse cotidianamente al acoso sexual. A diario oímos historias de mujeres que son objeto de manoseos, que son víctimas de hombres que frotan sus partes íntimas contra ellas o, lo que es peor, que se masturban delante de ellas. Ya es tiempo de castigar el acoso callejero y tipificarlo como un nuevo delito”, concluyó la representante de la Alianza Verde.