Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Puerto Carreño y Vichada no son ropa colgada

Si le preguntan sobre cuál es la capital de Vichada quizás usted tenga dos opciones: o que no sepa o que la confunda con otra de las ciudades de los otrora llamados “Territorios nacionales” que luego de la Constitución Política de 1991 pasaron con nombre propio a engrosar la lista de departamentos de la colorida República de Colombia

Puerto Carreño fue fundada sobre la confluencia de los ríos Orinoco y Meta. Foto: Shutterstock
Puerto Carreño fue fundada sobre la confluencia de los ríos Orinoco y Meta. Foto: Shutterstock

Si le preguntan sobre cuál es la capital de Vichada quizás usted tenga dos opciones: o que no sepa o que la confunda con otra de las ciudades de los otrora llamados “Territorios nacionales” que luego de la Constitución Política de 1991 pasaron con nombre propio a engrosar la lista de departamentos de la colorida República de Colombia

Para quienes respondieron sin chistar que la capital de Vichada es Puerto Carreño va mi felicitación, no importa si jamás han viajado hasta ese hermoso lugar, lo importante es reconocer todos los componentes del país y como buenos colombianos, tener idea de donde se está parado.

Quienes aún siguen preguntándose cuál es esa capital de ese tal departamento de Vichada posiblemente sufren de ese endémico mal que inocularon desde siempre nuestros gobernantes y educadores en nuestros genes andinos que nos suman en la más completa indiferencia sobre aquello que también nos une como compatriotas.

Foto: Shutterstock
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En el departamento de Vichada confluyen la llanura y la selva bajo un calor de 35 grados que refrescan las aguas de los ríos Vichada, Meta y Orinoco, paraíso de los delfines rosados y que después de los años cincuentas se convirtió en el nuevo hogar de colonos venidos de todos los puntos cardinales del país y que en su gran mayoría salieron de sus lugares de origen huyendo de la violencia política que originó el Bogotazo de 1948.

La naturaleza selvática de todo este majestuoso departamento, sumada al tradicional abandono estatal ha permitido que grupos ilegales hayan hecho de esta zona fronteriza con Venezuela, un apartado y seguro escenario para la operación criminal de guerrillas, tráfico de droga y cultivos de coca.

Foto: Shutterstock
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Justamente el cultivo de coca en las últimas tres décadas conformó una economía muy especial que hizo que las actividades productivas fuesen hechas a un lado y motivó la llegada de "raspachines" de hoja con deseos de hacer mucho dinero en poco tiempo.

Los cultivos ilícitos generaron dinero fácil y ocasionaron que todo a su alrededor se contaminara con los gérmenes del interior; mercancías, dinero, juego, prostitución y la ley del más fuerte con la mirada ciega y la escucha sorda de todas las administraciones presidenciales; una justificación para sus habitantes, los olvidados de siempre.

El olvido gubernamental también es criminal porque genera crimen en todas sus formas con el total desinterés de nuestros dirigentes, por eso resulta indignante que un ministro con todas las letras como el de la cartera de la defensa afirme que la delincuencia que asalta casas en la capital del departamento de Vichada base su accionar en el robo de la ropa extendida en los solares.

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Ese ministro llamado Guillermo Botero no puede realizar tan ligera afirmación en una región sumida en la pobreza y azotada por la fuerza criminal de diferentes actores que se disputan este estratégico corredor de droga y armas, claro que con la sapiencia de nuestros padres de la patria, seguramente mañana en medio de una operación de tropas élite será desarticulado el "Cartel de la ropa colgada" que sin compasión con las cuerdas de cabuya y los ganchos de plástico traficaba impunemente con naguas, leggins, blusas al estilo animal print y camisetas chimbas de la selección colombiana de fútbol.

Declaraciones como las hechas por el señor Botero ponen de manifiesto una vez más la total ignorancia sobre la realidad nacional y la escasa importancia que los tradicionales territorios olvidados tienen para el gobierno, y si no cree pregúntele al honorable representante a la cámara que prefirió depositar en una caneca de la basura una carta enviada por una habitante del Vichada al presidente Duque.

La idoneidad de ministros y empleados oficiales se cuestiona nuevamente porque el señor Botero es un empresario y dirigente vinculado a Fenalco debido a que su padre fue fundador de esta poderosa federación comercial.

Hay que recordar que la cartera de la defensa ha visto cómo sus titulares generan incomodidades desde que se decidió que “civiles” en lugar de militares se hicieran cargo de su dirección.

En entredicho ha estado la capacidad del presidente Iván Duque para llevar las riendas de la nación, resulta apenas lógico que su equipo también siga generando controversia y que sus salidas sean generalmente en falso.

El jalón de orejas no ha de ser únicamente para nuestro ministro Botero, también va para todos nuestros gobernantes y para nosotros mismos que todavía no tenemos idea de lo que conforma nuestra geografía nacional.

Señor ministro, señor presidente, señores gobernantes y compatriotas de todas las pelambres, Puerto Carreño y el departamento de Vichada también son Colombia.