Tras las huellas de una travesía: La ruta de los africanos en Colombia hacia EE. UU. a través del Darién

La creciente crisis migratoria en Colombia ha tomado un giro impactante con la noticia de que dos niños africanos fueron abandonados en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá. Los casos de estos menores, una niña que se ocultó en el aeropuerto durante cerca de 10 días y un niño hallado en la terminal aérea, han encendido las alarmas y dirigido la atención de las autoridades hacia este fenómeno que afecta al país y a Centroamérica.

La situación migratoria en Colombia ha estado marcada principalmente por la llegada masiva de venezolanos en los últimos años, quienes utilizan el país como un punto de tránsito en su camino hacia Estados Unidos. Sin embargo, la reciente aparición de migrantes africanos ha generado preguntas sobre cómo llegan a Colombia y cuál es la ruta que siguen para atravesar la inhóspita selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá.

La crisis migratoria se ha convertido en un desafío complejo, con más de medio millón de migrantes cruzando la selva del Darién en lo que va del año. Esta cifra récord representa el doble de los registros de todo el año 2022. La situación se ha agravado con la llegada de migrantes provenientes de diversas partes del mundo, incluyendo cubanos, haitianos, chinos, sirios y ahora africanos.

El abandono de los dos niños africanos en el Aeropuerto El Dorado ha suscitado interrogantes sobre las condiciones y desafíos que enfrentan estos migrantes durante su travesía. ¿Cómo llegan los africanos a Colombia para atravesar el Darién? ¿Cuál es la ruta que siguen para llegar al país?

Hasta el momento, las autoridades colombianas están trabajando en la identificación de las circunstancias detrás del abandono de estos menores y en garantizar su bienestar a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). La situación destaca la necesidad de abordar la crisis migratoria desde una perspectiva humanitaria, considerando la complejidad de los flujos migratorios y los riesgos que enfrentan quienes buscan alcanzar un destino mejor.

El gobierno colombiano y las autoridades internacionales enfrentan el desafío de gestionar la crisis de manera eficaz, garantizando la seguridad y protección de los migrantes, especialmente de los más vulnerables, como los niños. La atención a esta situación también subraya la importancia de abordar las causas fundamentales de la migración y trabajar en soluciones a largo plazo que aborden los desafíos estructurales en los países de origen y tránsito.

La mirada en América: Colombia, el punto de partida

Mientras que unos optan por seguir la ruta de inmigración ilegal hacia Europa, América ha estado en el radar de los africanos desde hace 6 años. Personas provenientes desde Camerún, Etiopía o Niger han atravesado hasta nueve fronteras para llegar a Estados Unidos.

Un número récord de africanos está viajando a Suramérica para, luego de recorrer miles de kilómetros de carreteras y un peligroso bosque tropical, llegar a su destino final. Muchos de ellos ahorran para pagar un avión que sale de sus países de origen con rumbo a Ecuador o Colombia para emprender la travesía al Darién y luego seguir por Centroamérica.

Desde Mauritania, según las autoridades colombianas, muchos africanos emprenden el viaje, otros por Turquía, algunos desde España. No es un viaje que se hace de la noche a la mañana y en medio de ello la red de tráfico de personas o los carteles de la droga que aprovechan la situación de necesidad y angustia para hacer de las suyas con los migrantes.

Al llegar a Colombia, por ejemplo, en septiembre, la policía y Migración descubrieron una gran red de trata, que ingresaba a extranjeros en el aeropuerto El Dorado con pasaportes falsos y en algunos casos dentro de canecas de basura, para luego llevarlos hasta Necoclí (Antioquia) y posteriormente hasta el Tapón del Darién.