Una próxima gran erupción del Volcán del Ruiz podría ser mucho peor que la de 1985

El 13 de noviembre de 1985, Colombia fue sacudida por una de las tragedias naturales más grandes y trágicas de su historia, la erupción del volcán Nevado del Ruiz, un evento trágico que quedó grabado en la memoria de miles de personas, especialmente de aquellas que fueron protagonistas de tan dantesco suceso.

25.00 personas fueron, por lo menos, las víctimas fatales de una tragedia anunciada que se hubiese podido evitar, porque a pesar de los estudios y monitoreos, las autoridades no tomaron la decisión a tiempo de evacuar y el magma salido del cráter del volcán derritió los hielos de su parte nevada y ocasionó una avalancha que borró del mapa a la próspera población de Armero en el departamento de Tolima.

Gonzalo Duque es un reputado estudioso del volcán nevado del Ruiz desde 1983 y con el avance de los instrumentos de medición y de telecomunicaciones, puede tener mejores herramientas para su labor, sin embargo, por más avances que existan no pude predecirse con total exactitud una erupción volcánica, pero por su monitoreo histórico, se puede pronosticar la posibilidad de un evento de gran magnitud en las próximas décadas.

El volcán nevado del Ruiz ha tenido tres erupciones registradas, una en 1595 cuando expulsó 1 km cúbico de magma y ocasionó 60 víctimas mortales. La siguiente ocurrió en 1845, expulsando kilómetros cúbicos de magma, causando más de mil fallecidos, y la última 140 años después, la del 13 de noviembre de 1985, cuando expulsó apenas una décima de kilómetro cúbico.

El volcán nevado del Ruiz no puede considerarse un león dormido, es un volcán cargado y puede erupcionar, pero no se sabe cuándo. De acuerdo con el investigador Duque, como en la erupción de 1985 apenas se expulsó 0,1 kilómetro cúbico de magma, lo más probable es que en su interior exista 1,3 kilómetros de magma de deberían salir en cualquier momento.

Actualmente se realizan permanentes monitoreos e informes del Servicio Geológico Colombiano sobre este y todos los volcanes de Colombia, también se han establecido riesgos, poblaciones afectadas y rutas por donde podrían pasar los flujos y oleadas piroclásticas, proyectiles balísticos, flujos de lava, avalanchas de escombros, ondas de choque, gases volcánicos y cenizas.

El científico advierte que si se registra una erupción como la de 1595 podría ocurrir que fuese mucho peor que la de 1985, teniendo en cuenta que aquel 13 de noviembre de hace 36 años, la erupción fue pequeña.

Por el momento el volcán está etiquetado en alerta amarilla debido a su nivel de actividad, pero presenta inestabilidad en su comportamiento y es posible una aceleración del proceso volcánico y del nivel de actividad, por eso su monitoreo es permanente.