“El Paseo 3” ¿Homenaje o burla a Colombia?

La película de Dago García, es una comedia que a diferencia de sus antecesoras, no se basa en las vacaciones de una familia, sino en el regreso de dichas vacaciones.

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La película de Dago García, es una comedia que a diferencia de sus antecesoras, no se basa en las vacaciones de una familia, sino en el regreso de dichas vacaciones.

Protagonizada por Alberto Barrero, Claudia Liliana González, Variel Sánchez, Nicole Santamaría, y Margalida Castro. Mucha publicidad, para una producción que deja mucho que pensar y en mi caso, mucho que opinar.

“El Paseo 3” una aventura familiar por agua, tierra y aire; bueno yo le llamaría una burla familiar por agua, tierra y aire,  es una película que comienza con el último día de vacaciones de la familia Crespo, cuya cabeza; como en la mayoría de familias colombianas, está a cargo de Alberto, el esposo, padre y para su desgracia, yerno de ésta singular familia.

“El Paseo 3”, es una “divertida comedia” que inicia, a diferencia de El Paseo 1 y 2,  cuando llega el final de las vacaciones, y Álvaro Crespo (Alberto Barrero) no está dispuesto a permitir un solo minuto de aburrimiento para su particular familia, conformada por su esposa Claudia (Claudia Liliana González), su hijo Elkin (Variel Sánchez), su hija Liliana (Nicole Santamaría), y Teresa, su detestable suegra  (Margalida Castro).

Es así como Álvaro, planea una inolvidable  travesía  de regreso a casa. Pero lejos de ser un viaje tranquilo y placentero, se convierte en un verdadero desafío que, por agua, tierra y aire, los llevará al encuentro con lo desconocido. Más allá del realismo mágico que Álvaro imagina, esta familia se verá involucrada en un robo, gracias al encuentro fortuito con unos elegantes estafadores, encuentro que será el detonante de la más increíble aventura en donde como el gato y el ratón, policías y ladrones jugarán a atrapar a la familia Crespo, quienes deberán hacer gala de sus insólitos talentos, para intentar escapar de la más increíble persecución policial.

Yo me hago una pregunta inicial, ¿El malo de la película, Manuel, el cual es interpretado por Jacques Toukhmanian, realmente es “el malo”  o es sólo un personaje raro?, más bien es una mezcla de varias identidades, tratando de ser malo cuando en verdad, es un personaje ridículo tratando de poner “más” en aprietos a la familia Crespo.

Bueno, pasando a los personajes principales; es decir, Alberto Crespo, el padre, esposo, (bla bla bla…), realmente tiene buenos sentimientos y sin lugar a dudas, quiere a su familia; lo que pasa es que tiene un pequeño delirio de aventura, él planea cosas que al final, no le salen como lo tenía pensado.

Claudia, la esposa de Alberto y madre de Elkin y Liliana, no hay mucho que decir, sólo que es una buena mujer que siempre está dispuesta a apoyar a su esposo en todo lo que él quiera, y en éste caso, lo apoya en su loca idea de regresar a Bogotá en una “fabulosa” aventura.

Liliana, la hija, la más sensata a mi parecer, o más bien, la menos loca de los Crespo, es una niña muy bonita, eso se nota, y gracias a Dios no le dieron el típico papel de niña linda y hueca, eso se lo apunto a la historia. Liliana es inteligente, y aunque apoya a su familia en el paseo de sus vidas (porque no tenía opción), siempre trata de ver el lado lógico de las cosas y propone ideas que finalmente, no se llevan a cabo.

Finalmente, me quedan los “mejores”, hablo irónicamente, claro está. Himosavi y Teresa, dos personajes que yo me pregunto de nuevo; ¿existen realmente colombianos así, a tal extremo? No lo creo pero bueno, la grandiosa mente  de Dago García los creó así y ni los actores tienen la culpa, en mi humilde opinión, con el creador es que me siento un poco molesta y hasta ofendida. ¿Cómo es posible que nos ridiculice de tal manera a los colombianos? Porque no me cabe en la cabeza que hagan una película donde nos pongan como unos payasos disfrazados de no sé qué cosas inspiradas en el viejo oeste y en María Félix, como es el caso de los personajes que hacen Variel Sánchez y Margalida Castro respectivamente. Chicos, realmente los admiro pero prefiero no recordarlos en dichos papeles.

Mi crítica a “El Paseo 3” es eso precisamente, que nos muestren a nosotros los colombianos como personas sin sentido común y con unas personalidades que más que similares a ser niños, más bien se me parece a personas sin cerebro.

Le agrego algo positivo y es el valor sentimental y emocional y por supuesto, la unión y el amor familiar que tienen todos, incluyendo a la detestable suegra que ya se convirtió en un cliché dicho término en Colombia. Por lo menos no se ha perdido eso, el amor que nos caracteriza a los colombianos por nuestros seres queridos.

No niego que sin duda alguna disfruté la función, me reí mucho y gocé de algunas situaciones de la película; también sé y acepto que no soy nadie para ir y decirle a Dago García que se invente otra cosa, porque ese es su estilo y bueno o malo, si que ha pegado, por algo ya van en la tercera parte de éstas historias.

Sólo me queda por aceptar, que si me queda un sinsabor, porque veo que si nosotros mismos nos ponemos en ridículo frente a todo el mundo, o en el otro extremo de los casos, que también estamos acostumbrados a mostrar historias nuestras de violencia y dolor, cómo pretendemos que afuera; y no sólo hablo de las personas de otros países, sino los patriotas o paisanos como los llamamos que están fuera del país; vean con buenos ojos a Colombia, una tierra que si bien ha tenido sus situaciones y personajes que no nos enorgullecen, también es una tierra llena de diversidad, cultura, paisajes hermosos (que reconozco que muestran en la película) y mucho más para mostrar, como dicen por ahí, hay que verle el lado bueno de la cosas y ¿Cómo no hacerlo con Colombia?

Natalia Quevedo Rivera

@NataliaQuevedoR