En su primer semana, los Juegos ODESUR han sido un éxito para Colombia

Jueves, 25 / Mar / 2010
 
Atleta colombiana Lucelly Murillo. EFE
Atleta colombiana Lucelly Murillo. EFE
Atleta colombiana Lucelly Murillo. EFE
Atleta colombiana Lucelly Murillo. EFE
Al cumplirse la primera semana de competiciones de los IX Juegos Sudamericanos, Colombia es un líder esperado, mientras Venezuela arremete y amaga el hasta ahora cómodo segundo lugar de Brasil, y Argentina, el campeón histórico, ha sido relegado al cuarto puesto.

Colombia se preparó durante cuatro años para estos juegos, tanto en los aspectos organizativos como deportivos, por lo que su éxito en canchas y pistas no ha causado sorpresa.

Hasta el jueves, el equipo colombiano acumulaban 86 medallas de oro, 71 de plata y 70 de bronce, que les acercan al objetivo de sus dirigentes de supera el centenar de oros.

Colombia ha sido tradicionalmente fuertes en algunos deportes como el ciclismo, pero en Medellín han ganado 26 de las 28 medallas de oro entregadas por el deporte de los pedales y las bielas (las dos restantes fueron para Chile y Ecuador).

Incluso la medalla del chileno Marco Arriagada en la carrera por puntos debió esperar un día antes de ser entregada, pues su victoria fue puesta en duda por el equipo colombiano, que reclamó formalmente ante la Unión Ciclista Internacional (UCI).

La conocida canción brasileña, "vocé abusó", saltó a la memoria de muchos en el ámbito del Ciclismo, que asistió con una admiración matizada de alguna pizca de celos, deportivos y bienintencionados, por cierto, a la impresionante demostración de los colombianos.

Maria Luisa Calle, la avezada ciclista colombiana que, a los 41 años se prepara para los Juegos Olímpicos de Londres, admirada como una leyenda viviente en su país, fue la máxima figura de este deporte, con tres oros y un bronce incorporados a su palmarés.

El Patinódromo de Medellín se llama 'Maria Luisa Calle' en homenaje a la deportista y ahí los representantes locales amenazan con una paliza tanto o mayor que en el Ciclismo, tras adjudicarse los seis oros en disputa en la primera jornada, el miércoles y los dos entregados en la sesión matinal del jueves.

Estadios y Gimnasios llenos de público hasta las banderas, tanto en la propia Medellín como en las subsedes vecinas (Rionegro, Guarne, Guatapé, Itagüí, Copababana, Bello, Sabaneta y Envigado) han enmarcado la hasta ahora triunfal actuación colombiana.

En lo organizativo

Para el jefe de misión de Brasil en los IX Juegos Sudamericanos, Bernard Rajzman, la Villa Deportiva de Medellín está a la altura de unos Juegos Panamericanos.

Y es que el jefe de la delegación brasileña considera que las instalaciones, la infraestructura, la seguridad y el sistema de transporte utilizado colocan la valla muy alta para los organizadores de las futuras competiciones de este tipo.

"Ahora el desafío será para el país que realizará los próximos juegos (en este caso Chile) porque tiene el compromiso de, por lo menos, igualar este nivel tan alto que deja Medellín", señaló el dirigente.

La Villa Suramericana cuenta, además del alojamiento, con sala médica, sala de entretenimiento, internet inalámbrico, sitio para entretenimiento y restaurante.


El transporte en Metro Cable

Una de los detalles que más ha llamado la atención a los asistentes a los IX Juegos Sudamericanos de Medellín es el transporte en el Metro Cable, un sistema aéreo que conduce hasta la Villa Deportiva.

Por primera vez se utiliza un servicio de desplazamiento público para los deportistas, ya que el Metro es el transporte oficial de las justas deportivas y se ha visto colmado de atletas desde que comenzaron las competencias.

Con la Tarjeta Cívica en mano, que permite utilizar el sistema de transporte, muchos de los deportistas toman este viaje como un paseo que les permite apreciar aspectos desconocidos de la capital de Antioquia.

Los contrastes saltan a la vista y muchos han manifestado su admiración por la belleza del paisaje, pero también su pesar por la pobreza y humildad de las viviendas que pueden observarse desde las cabinas.

Tampoco faltan los que le temen al sistema de transporte, de 93 cabinas suspendidas en cables que avanzan a una velocidad de 5 metros por segundo y tienen una capacidad de 2.300 personas por hora en un sentido.

El equipo de Voluntarios

Como en todos los torneos de gran envergadura, los jóvenes voluntarios de Medellín ponen la cuota de esfuerzo para permitir que el engranaje de la organización de los Juegos Sudamericanos funcione de manera casi perfecta.

En cada escenario y sala de prensa, decenas de jóvenes vestidos con polos de diferentes colores, de acuerdo a sus tareas, recorren y apoyan en las tareas de control, seguridad, logística e información para deportistas, periodistas y aficionados.

Ha sido tanto el entusiasmo que es evidente que los voluntarios superan a los requerimientos del torneo, al punto que muchos de ellos han tenido que dedicarse a tareas tan específicos, como cuidar una puerta, ofrecer datos sueltos y hasta ordenar las sillas que algunos apresurados, o despistados, hombres de prensa dejan mal ubicadas.

Entre tareas de ese tipo, los voluntarios muestran el mejor talante, están siempre dispuestos para brindar su apoyo e incluso a saludar cuantas veces uno se cruce con ellos a lo largo del día. EFE