Óscar Figueroa piensa en la medalla de oro para Río 2016

El medallista de plata en Londres quiere más. Está disfrutando el momento y dijo que respalda a los técnicos nacionales.

El medallista de plata en Londres quiere más. Está disfrutando el momento y dijo que respalda a los técnicos nacionales.

El medallista de plata olímpico en el levantamiento de pesas de Londres, el colombiano Óscar Figueroa, reconoció que está viviendo el mejor capítulo de su vida, pero que su objetivo ahora será alcanzar el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

"Ganar la medalla en Londres lo tenía como un reto personal porque cambia mi historia de vida después de tres juegos olímpicos, no como lo tenía planeado que era ganar el oro, pero sabemos que las posibilidades están abiertas, y yo estoy comprometido para trabajar en Río de Janeiro 2016 por él", aseguró Figueroa en rueda de prensa.

El deportista colombiano dijo además que la medalla de plata no la considera como una revancha a la vida difícil que vivió desde niño cuando fue desplazado por la violencia de su tierra natal en Antioquia al Valle del Cauca.

"No creo que esta medalla sea un revancha, sencillamente la vida es de capítulos, y ese fue un capítulo pasado, pero el de ahora es diferente", dijo.

"Los capítulos pueden ser buenos o tristes, igual van pasando y quedando atrás para ir viviendo el presente, y el de ahora me lo estoy gozando y Colombia entera se lo está gozando", agregó.

Figueroa obtuvo la medalla de plata en los 62 kilogramos tras levantar 146 kilos en arranque y 177 en envión para un total de 317, cumpliendo un objetivo trazado luego de sus participaciones en Atenas 2004 y Pekín 2008.

El mejor levantador de pesas colombiano del momento recordó como su concentración fue fundamental, después de dos intentos fallidos, para finalmente adjudicarse el segundo lugar de la competencia.

"Decidí ponerme en calma total, porque la verdad es que no tenía por qué haber fallado en ninguno de los primeros intentos porque estaba preparado para hacer mucho más, pero en ese momento se me vinieron muchas imágenes de mi vida, me pasó Atenas 2004, Pekín 2008, mis entrenadores, la angustia que debía estar sintiendo mi madre y el pueblo colombiano", relató.

"Pero después de tres Juegos Olímpicos y de dos intentos fallidos yo no podía salir con una derrota nuevamente, entonces decidí concentrarme totalmente, hasta el punto de que perdí la noción del tiempo y de la visión, solo vi al juez central y a mi entrenador y salí más tranquilo para poder ejecutar el movimiento como tenía que haberlo hecho desde el principio", agregó.

Por otra parte, Figueroa que es un defensor total de los entrenadores colombianos de levantamiento de pesas, reconoció que no es xenófobo, pero que tristemente "somos unos caníbales patrios".

"Yo creo que los entrenadores colombianos han sido los dueños de los resultados de la halterofilia nacional y lo tienen muy merecido, desafortunadamente somos unos caníbales patrios, y no reconocemos lo de los propios colombianos", manifestó.

"Yo no soy xenófobo, quiero aclararlo, pero sí quiero decir que a los entrenadores colombianos hay que darles el valor que se merecen porque son los dueños de nuestros resultados", enfatizó. EFE