Omaira Stella Rodríguez sueña con llevarse la de oro en los Juegos Nacionales

La admiración, respeto y pasión que siente por el billar va mucho más allá de la expresión de este deporte, que es sinónimo de la precisión milimétrica de la tacada y de la magia del recorrido de las bolas.

Nacida hace 41 años, en el municipio cundinamarqués de Medina, la hija de don Carlos y doña Ana Tulia, se fue a vivir a muy temprana edad con toda su familia a la ciudad de Villavicencio (Meta), debido a que sus padres obtuvieron una granja con mejores beneficios para el cultivo de productos agrícolas en esta región.

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Al igual que sus 8 hermanos, Omaira no solo realizó todos los estudios primarios y secundarios en el Colegio Cofrén, de la capital del Meta, sino que jugaba con ellos este deporte por diversión, debido a que su padre tenía en la granja que vivía una mesa de billar.

“Recuerdo que desde que era muy pequeña, todos practicábamos billar en la familia de una manera empírica, pero ninguno éramos conscientes de que existía un club o liga para aprender o hacerlo de acuerdo a las reglas que exige este deporte”, explicó Omaira Stella, quien es madre de María Paula (15 años) y Juan Esteban, que nació el 25 de noviembre de 2018.

Los Rodríguez Bejarano son una familia muy unida y con objetivos comunes, por eso no es raro que a menudo se reúnan para compartir juntos, y como era de esperarse, el billar era y sigue siendo protagonista de estas celebraciones.

“Yo siempre jugaba billar muy parejo con mis hermanos y hasta les ganaba buenos cotejos. También jugaba con mujeres, pero no había ninguna que jugara como yo y mucho menos que me ganara”, recordó Omaira Stella, quien es casada con Juan Augusto Porras, un maestro de construcción, que cree en la carrera deportiva de su esposa.

Convencida de su talento y motivada por los halagos familiares, Omaira Stella ingresó a la Liga del Meta, en donde en poco tiempo ha cosechado logros importantes en lo personal y también para la región.

“Sé que comencé un poco tarde, pero gracias a la pasión y al gusto por el billar obtuve recientemente las medallas de bronce y plata, en los torneos nacionales de Manizales y Barranquilla. Estos son mis primeros Juegos Nacionales, en los que espero realizar mi mejor representación y mi sueño es ser campeona nacional y luego disputar unos Juegos Panamericanos”, admitió esta ingeniera de sistemas que está radicada en el municipio de Cumaral (Meta) y que trabaja como independiente vendiendo productos cosméticos.

Lo cierto es que esta jugadora del denominado “deporte de precisión”, está enfocada en la modalidad de “pool”, bola9 y bola10 y entrena un promedio de cuatro horas diarias para lograr su objetivo deportivo.

“Para mí, el billar es un deporte que lo lleva a uno a tener mucha imaginación y creatividad, y también lo aleja de los malos pensamientos. Además, cada día uno aprende tanto en la estrategia como en los efectos de la bola”, puntualizó, mientra aseguraba que en mayo de este año, cuando logró la presea de plata en Barranquilla, al lado de la mesa de billar estaba su bebé de seis meses de nacido, que fue su inspiración.