El tejo, patrimonio nacional de Colombia

Claro que lo hay, tiene nombre corto pero sonoro, bastante sonoro porque cuando hay una explosión, desata la alegría desbordada de unos y un susto en los más desprevenidos.

Cada país tiene diversiones nacidas en su suelo, muchas de ellas con una tradición milenaria y Colombia no podía quedarse atrás, porque cuando se trata de alegría, el tejo aparece para hacer explotar la diversión.

Si romanos, aztecas y griegos fueron inventores de algunos deportes conocidos hoy en día, nuestros antepasados Muiscas nos dejaron varios legados y uno de ellos se mantiene más vivo que nunca, se trata del tejo.

El tejo, también conocido como Turmequé, es el deporte nacional y pocas cosas reflejan en él la identidad colombiana.

La población de Turmequé en el departamento de Boyacá, lleva este nombre porque dice la tradición que allí los líderes Muiscas se deleitaban con este deporte que en idioma autóctono significa “jefe vigoroso”.

La mitología Muisca dice que en Facatativá, Cundinamarca, concretamente en el Parque Arqueológico “Las piedras del tunjo”, el diablo, jugando al tejo, llevó las grandes moles de piedra desde Tunja, importante ciudad de la familia precolombina, por lo tanto, el lugar es testigo del carácter de esta entretención sublime.

El tejo se practica en una cancha de 19.5 metros X 2.5 con una caja con arcilla y tiene como principal objetivo introducir el mayor número de tejos (elementos metálicos y pesados) en un bocín (círculo metálico) con cuatro mechas triangulares con pólvora en su interior que deben ser reventadas.

El individuo o equipo que logre un mayor número de puntos gana el juego, aunque dependiendo del lanzamiento existe una puntuación.

Los lanzamientos propios del tejo son: 

Mano: ubicación más cercana del tejo al bocín. 

Mecha: El tejo golpea la mecha y la hace explotar, otorga 3 puntos. 

Embocinada: Cuando el tejo queda dentro del bocín y otorga 6 puntos. 

Moñona: Se hace una embocinada y además hace explotar una mecha, otorga 9 puntos. 

Esta práctica se ha acompañado con licor, pero dado su carácter deportivo, hoy en día se realiza sin presencia de este y con el carácter de una disciplina deportiva a la altura de las demás. 

El tejo es herencia y patrimonio de todos los colombianos y de todos depende que siga vivo por
muchos años más.