Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

“Tengo un don”: Actor Julián Caicedo revela que tiene el don de comunicarse con los muertos

Según el actor, no es algo que le ocurra siempre, pero es bastante intrigante.

Actor Julián Caicedo revela que tiene el don de comunicarse con los muertos. Foto: Instagram @juliancaicedoillgato
Actor Julián Caicedo revela que tiene el don de comunicarse con los muertos. Foto: Instagram @juliancaicedoillgato

Según el actor, no es algo que le ocurra siempre, pero es bastante intrigante.

Julian Caicedo es un actor caleño multifacético que ha logrado posicionarse como uno de los mejores de la industria colombiana. Es reconocido por su participación en producciones icónicas como ‘Escobar, el patrón del mal’, ‘La Selección’, ‘Las muñecas de la mafia’, 'Nuevo rico, nuevo pobre', entre otras. 

A pesar de su fama, en varias entrevistas el actor ha confesado que ha tenido que atravesar duros momentos en su vida, especialmente económicos. En una conversación reciente con Impresentables de Los 40, señaló que tras filmar un programa con MTV estuvo desempleado durante un año, por lo que tuvo que vivir con una amiga. 

Según su testimonio, desde joven ha tenido que trabajar en muchos oficios, incluyendo ser recreador en una pizzería. “Animaba, pero hacía pizzas con ellos, los pintaba, jugaba con ellos”, detalló; sin embargo, para él, todas estas experiencias le han dejado bonitos recuerdos. 

Pero un tema que le provoca temor e incluso escalofríos es el presunto don de clarividencia que tiene. Según Caicedo, en algunas oportunidades ha podido comunicarse con muertos, quienes acuden a él en busca de ayuda. 

“Yo no es que hable con los muertos, ellos me hablan a mí. Tengo un don que heredé de mi bisabuela que era médium”, explicó. De acuerdo con su relato, aunque no pasa siempre, cuando pasa los muertos suelen pedirle cosas.

“Tengo un don, a veces se me aparecen algunos muertos y me han pedido cosas y eso, pero no pasa en todo momento”, agregó. Al parecer, desarrolló este don desde joven, pues en su adolescencia veía a un señor que no reconocía. 

Con los años, fueron incrementando las experiencias sobrenaturales, especialmente después de que llegó a vivir a Bogotá. “La última vez fue en un apartamento en el que viví en Bogotá, donde veía cosas no tan chéveres, me tocaban, me aruñaban... Muy difícil, me tocó irme corriendo”, concluyó.