Alejandra Giraldo relató el atentado que la puso cara a cara con la muerte
Alejandra Giraldo compartió uno de los momentos más duros en su juventud.

Alejandra Giraldo compartió uno de los momentos más duros en su juventud.
Alejandra Giraldo ha logrado ganarse el cariño de millones de televidentes que se informan con ella en la emisión de las mañanas de Noticias Caracol, espacio que conduce junto a su colega y amigo Andrés Montoya. El afecto que sienten los televidentes por ella nace no solo es por su labor como periodista y presentadora sino también por su empatía y su dulce manera de ser.
Sin embargo, ella ha pasado por momentos bastante duros en su vida, recientemente en una entrevista recordó uno de ellos, cuando fue víctima de un atentado que por poco y le cuesta la vida. Esto lo reveló en medio de The Suso´s show donde habló un poco más de su vida privada, lo que no se ve detrás de las redes sociales donde abunda sobre todo su amor por los animales, en especial perros y gatos.
Al respecto ella recordó que “Había acabado de llegar, fue un jueves, estaba con un amigo en cine y luego me iba a encontrar con una amiga en el Parque Lleras, en New Orleans. Yo había acabado de llegar y explotó la bomba (…) Aturdido, sí, hay personas que la onda expansiva, los bota o bota, sillas. Yo me caí, pero si uno queda absolutamente aturdido y obviamente mucho polvo de la explosión, entonces uno ve, la nube de polvo. Es tal cual, como lo ilustran en las películas. Esquilarlas por todas las piernas, gracias a Dios no me pasó nada, gracias a Dios nada que haya dejado secuelas que se noten. Bueno, las cicatrices se ven, muchísimo y más cuando por ejemplo tengo exposición al sol, porque las cicatrices no se pigmentan. Pero, las personas con las que yo estaba tuvieron consecuencias graves”.
Cabe recordar que esto fue un atentado que hubo en el Parque Lleras en Medellín el jueves 17 de mayo de 2001, por cuenta de un carro bomba. Lamentablemente la amiga con la que se encontraba en ese momento no logró tenerla tan fácil como ella que solo sufrió unas cuantas cortadas y aturdimiento, su amiga de hecho perdió un ojo.
“Ella tenía la mano en la cara y me preguntó ‘¿Qué tengo?’, y no tenía el ojo”, destacó en su momento para La Red recordando todo esto con mucho dolor, pues incluso durante un buen tiempo ella quedó con secuelas en su sistema nervioso y su salud mental, pues cualquier ruido medio fuerte la hacía tener ataques de ansiedad.