César Escola tiene un hijo que decidió tener a los 43 años y siendo soltero, esta es la historia

César Enrique Escola Becerra, como es su nombre completo, es músico, compositor, presentador y además director musical. Ha compuesto la música de programas de televisión y participado en musicales tanto en Argentina como en Colombia. Su larga experiencia los han catapultado como uno de los expertos para ser jurado en programas como Do Re Millones, la orquesta de la fortuna y Yo me llamo.

Escola amó la música desde que era solo un niño y es por eso que comenzó a estudiar piano desde muy pequeño, en su país natal donde trabajó en teatro como músico, llegó a Colombia en 1989 y nueve años después comenzó a trabajar en RCN Televisión como presentador mientras alternaba su faceta como compositor, en el año 2005 fue cuando se vinculó a Caracol Televisión.

Ya en el canal Caracol es donde ha realizado la mayor parte de su carrera, hace poco volvió a "Yo me llamó" como jurado, en esta competencia guía a los participantes para que pueda convertirse en los dobles exactos de sus artistas favoritos e impulsar sus carreras en el país. 

César Escola, quien ahora tiene 62 años, sabe que Colombia es el lugar que le brindo la oportunidad de hacer lo que ama y ser bien remunerado por ello, esta acogida es la que lo ha mantenido en el país por tantos años. Pero a pesar de su éxito profesional, había un vacío en su vida. 

Aunque prefiere mantener su vida privada en reserva, y es muy cuidadoso con la información que entrega a medios de comunicación para evitar polémicas, en alguna ocasión compartió la hermosa e increíble historia de su hijo adoptivo, Martín, un niño que llegó a su vida para completarla y darle la felicidad que en muchas ocasiones deseo. 

El proceso de adopción de Martín fue una decisión muy significativa en la vida de Escola. Cuando tenía 43 años, decidió lanzarse de lleno y embarcarse en un curso que duraba 18 meses y que lo prepararía para la llegada de su primer hijo. Él asegura que este fue un proceso, muy enriquecedor y, finalmente, en 2005, le entregaron a Martín, quien tenía tan solo un año de vida.

El momento en que el niño llegó a su vida marcó un antes y un después en la vida de César, quien describe la conexión especial que sintió desde el primer instante en que sostuvo a su hijo en brazos y desde ese momento no se han separado.

Escola, quien es un padre felizmente soltero, ha preferido mantener la privacidad de su hijo, evitando exponerlo públicamente. La felicidad de compartir su vida con Martín es evidente, y su decisión de adoptar ha sido una de las más significativas y gratificantes que ha tomado en su vida.