Érika Zapata contó cómo la han tocado los días oscuros y la falta de compañía

Érika Zapata es una de las periodistas favoritas de los televidentes, y es que su nombre empezó a sonar hace algunos años cuando sus reportajes causaban ternura y gracia entre los usuarios, pues sus coloquiales frases y su acento característico dejan en evidencia sus raíces antioqueñas, por lo que se ha ganado el cariño de varias personas por su auténtica forma de ser.

Desde que inició su experiencia en el canal, la comunicadora nunca ha negado o tratado de ocultar su origen humilde, pues en diferentes oportunidades ha manifestado que todo lo que ha vivido hasta ahora siempre será motivo de orgullo para ella. Ella ha contado que por su coloquial forma de hablar muchos compañeros de su carrera aseguraron que no iba a llegar lejos, sobre todo porque se suele pensar que se tiene que tener un tono neutro para hacer reportajes y ella demostró completamente lo contrario.

Érika Zapata ha tenido problemas de salud mental.

En su más reciente publicación en su cuenta de Instagram, la presentadora dio a conocer que ha tenido momentos bastante complejos por el tema de la ansiedad y la depresión, momentos que actualmente la humanidad tiene más concientizado lo que afortunadamente ha dado varias herramientas para enfrentar sensaciones que el día a día puede generar en la vida de todas las personas sin importar su situación.

“TBT. Mis primeras veces en el noticiero. Mi trabajo ha significado para mí una de las mejores partes de mi vida. Antes yo estaba perdida en el mundo, no sabía si realmente servía para esto y pocas personas creían en mí. Siempre le oraba a Dios que me mostrara el camino porque me sentía muy triste y todo era depresión y soledad. Es maluco sentirse desorientado en el universo.”, destacó Érika Zapata.

Afortunadamente, contó que esos días quedaron atrás ahora que trabaja en algo que ama, por lo que cada día es una nueva aventura para ella para compartir su talento, conocer nuevas personas, tener nuevas experiencias y resaltar. “Es bonito ser feliz y hacer lo que uno ama. Para mí era imposible llegar aquí y acá vamos: llenos de ilusiones, con ganas de hacer las cosas mejor cada día y ya no perdidos en el mundo, sino con ganas de comerme el mundo entero”, destacó finalmente.