Madrecita mía, madrecita tierna,
déjame decirte dulzuras extremas.

Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo,
deja revolverlo sobre tu regazo.

Juega tú a ser hoja y yo a ser rocío,
y en tus brazos locos tenme suspendido...

Madrecita mía, todito mi mundo,
déjame decirte los cariños sumos...

Gabriela Mistral
(Chile 1889 - Nueva York 1957)