ICE planea detener a 80.000 migrantes en bodegas industriales reconvertidas en centros de reclusión

El Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump avanza en un plan para ampliar de forma significativa la capacidad de detención de inmigrantes en Estados Unidos, mediante la adecuación de grandes almacenes industriales también conocidos como bodegas que serían transformados en centros de reclusión migratoria. Así lo revela en exclusiva The Washington Post.

Según el documento revisado por el diario, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) prevé detener hasta 80.000 personas. El procedimiento contemplado incluye la retención inicial de los migrantes en centros de procesamiento, su posterior traslado a estos almacenes reconvertidos y, finalmente, su deportación.

Cada una de estas instalaciones tendría capacidad para albergar entre 5.000 y 10.000 personas. Los centros de ICE se ubicarían en seis estados: Virginia, Texas, Luisiana, Arizona, Georgia y Misuri. De acuerdo con el reporte, la mayoría de los almacenes se encuentran en zonas gobernadas por el Partido Republicano, aunque dos de ellos estarían localizados en ciudades bajo liderazgo demócrata: Stafford, en Virginia, y Kansas City, Misuri en Estados Unidos.

El resto de las ciudades seleccionadas para acoger estos centros de gran escala son Hutchins y Baytown, en Texas; Hammond, en Luisiana; Glendale, en Arizona, y Social Circle, en Georgia. De manera paralela, el plan incluye la apertura de nuevos centros de procesamiento más pequeños, con una capacidad que oscilaría entre 500 y 1.500 camas, en lugares como Chester, en el estado de Nueva York; Salt Lake City, y Los Fresnos, también en Texas.

The Washington Post señala que el presidente Donald Trump, junto con ICE tiene previsto compartir este borrador con empresas privadas dedicadas a la detención migratoria durante esta misma semana, lo que sugiere una eventual participación del sector privado en la operación y administración de estas instalaciones.

El documento sostiene que los nuevos centros permitirían “minimizar los costos, acortar los tiempos de procesamiento, limitar la duración de las estadías y acelerar el proceso de deportación”, al tiempo que según el texto se promovería la seguridad, la dignidad y el respeto de las personas detenidas. Para ello, las estructuras serían adaptadas con unidades de alojamiento que incluirían duchas, baños, cocinas, comedores, áreas recreativas e incluso bibliotecas.

Este plan se enmarca en la política de deportaciones masivas impulsada por la Administración del presidente Donald Trump. De acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), publicadas hace dos semanas, desde el 20 de enero de 2025 Estados Unidos ha deportado a más de 605.000 migrantes, una cifra que refleja la magnitud del endurecimiento de la política migratoria federal.