Peces comenzaron a saltar segundos antes del temblor en México

Tras el fuerte temblor de magnitud 7,5 que se presentó el pasado 23 de junio en varios estados de México, una gran cantidad de personas compartieron evidencia de lo sucedido mediante videos o fotos en sus redes sociales; en este material fue posible notar la fuerza de dicho movimiento, algunos de los daños que ocasionó, la forma en la que la gente evacuaba y las grietas que se habían formado en el suelo.

De hecho, este acontecimiento se convirtió rápidamente en tendencia, pues personas de todo el mundo estaban pendientes de lo que pasaba en este país, compartían y comentaban los contenidos de los usuarios que habían presenciado todo. 

No obstante, hubo un video en especial que logró llamar la atención de muchos y se volvió viral en Twitter en muy poco tiempo, ya que fue esta la red social en la que se compartió, se trata del momento en el que los peces de un río comienzan a saltar con una notable desesperación.

El lugar en el que se presenció dicho comportamiento de estos animales es el río Xochimilco, en la ciudad de México (CDMX) y, según el usuario que lo compartió los peces comenzaron a saltar del agua incluso unos segundos antes de que se sintiera el temblor.

Al parecer este hombre se encontraba grabando antes de que el movimiento comenzara, por lo que logró captar fácilmente este extraño suceso en el que, probablemente, los animales intentaban escapar de lo que estaba ocurriendo y lo que pudieron sentir antes que los seres humanos.

Y es que no es para menos, pues las imágenes dejan ver claramente la magnitud de este temblor, el cual tuvo su epicentro a 31 kilómetros de San Miguel del Puerto, Oaxaca, y hasta el momento deja 7 fallecidos, con el brusco movimiento del agua capaz de despertar el temor de cualquiera. 

Los perros de este hombre, por el contrario, parecían no entender lo que estaba sucediendo y solo les causó curiosidad la aparición de tantos pescados en el río al mismo tiempo, pues no quitaban su mirada del agua, hecho que logró preocupar a su dueño porque en un momento parece que tuvieran ganas de lanzarse.