Por: Redacción Mascotas • Colombia.com

¿Por qué no deberías darle huesos a tu perro?

Los huesos de pollo pueden provocar una gran cantidad de problemas en la salud de tu perro.

Actualización
Los perros no deben comer huesos jamás. Foto: Pixabay
Los perros no deben comer huesos jamás. Foto: Pixabay

Los huesos de pollo pueden provocar una gran cantidad de problemas en la salud de tu perro.

La alimentación de los perros siempre ha sido un tema muy polémico al contemplar lo que deben y no deben comer; pues si bien es cierto que hay quienes aseguran que solo se les debería dar concentrado, hay algunos otros que están en desacuerdo y prefieren darles de todo para que no se aburran de comer siempre lo mismo.

Lo cierto es que para todo hay límites, y no se debe llegar al extremo de ninguna de estas teorías pues está claro que los perros sí pueden consumir otros alimentos, pero no todos, pues algunos pueden llegar a ser muy perjudiciales, como los huesos de pollo.

A ellos les encantan los huesos, pero no son buenos para su salud. Foto: Pixabay
A ellos les encantan los huesos, pero no son buenos para su salud. Foto: Pixabay

Al respecto, los especialistas han sido muy enfáticos en los riesgos que tiene este alimento cuando los perros lo consumen; de hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) afirma que “darle un hueso de pollo a su perro podría ocasionarle una visita inesperada al veterinario, una posible cirugía de emergencia o incluso la muerte”.

Las razones

No importa si es para comérselo o para jugar, es mejor evitar darle huesos de pollo a tu mascota por diferentes razones que te explicaremos a continuación:

  • Los dientes de los perros no pueden triturar el hueso por completo, por lo que lo pasarán así; estos pedazos de hueso pueden perforar su intestino y desarrollar una peritonitis.
  • Al no poder morderlo bien, puede atragantarse con un pedazo muy grande y herir su garganta al intentar sacarlo o pasarlo.
  • Los huesos pueden dañar algunas zonas de su aparato digestivo y su sistema respiratorio.
Los huesos de pollo, de pavo y de conejo son los más perjudiciales. Foto: Pixabay
Los huesos de pollo, de pavo y de conejo son los más perjudiciales. Foto: Pixabay
  • No es necesario que se lo pase para que comiencen a aparecer los problemas, porque incluso cuando lo está masticando puede llegar a lastimar sus encías o sus amígdalas, dejando algunas heridas que después le impedirán comer.
  • Puede generar un obstáculo gastrointestinal, también conocido como una obstrucción en el tracto digestivo.
  • Le pueden provocar a tu peludito un caso de asfixia, o síntomas como el vómito y la diarrea.

Ten en cuenta que los más peligrosos son los huesos pequeños de pollo, de conejo o de pavo, por lo que son los que debes alejar siempre de tu perro. Algunos expertos afirman que los huesos grandes y redondos de res, como los de cadera o de rodilla, no son perjudiciales. Sin embargo, lo recomendable es que evites riesgos y no le des huesos de ningún tipo.