Laura Villamil relata el suceso paranormal que vivió después de su accidente en Andrés Carne de Res

El accidente de la joven artista Laura Villamil, de 28 años, en el reconocido restaurante Andrés Carne de Res, fue muy mediático, pues tanto comensales como familiares alegaron que hubo falencias en la atención y los protocolos de seguridad.

El accidente que le produjo quemaduras en el 80% de su cuerpo ocurrió en agosto del año pasado; sin embargo, tuvo que permanecer más de seis meses internada en una clínica para poder recuperarse de las lesiones y heridas. 

Por fortuna, después de un largo y tedioso proceso de recuperación y sanación, Villamil logró salir caminando de la Clínica Santa Fe de Bogotá el pasado 3 de febrero. Como parte de su proceso de catarsis, la joven decidió dar una entrevista al videopodcast 'Más allá del silencio', donde reveló detalles de su accidente e incluso una intrigante experiencia paranormal que vivió tras este. 

Según la artista, durante su estancia en la clínica vio cosas aterradoras e inexplicables, y además sintió presencias que no parecían de este mundo. Todo esto ocurrió al inicio, mientras se debatía entre la vida y la muerte. “Era como ver una película de muchas cosas. A las pocas personas a las que se lo he contado; yo, digamos, no se lo he contado a nadie”, dijo. 

“Yo veía planos y yo cerraba más duro los ojos. Yo los tenía cerrados, pero los apretaba más y cambiaba el plano, y los apretaba más y cambiaba a otro plano... cómo te digo, de lugar, de imagen, de lo que estaba viendo. Vi cosas muy feas, aterradoras, como presencias malignas, horribles. Y en ese momento que veía esa imagen a lo lejos, con color, empezaba a sentir caliente todo el cuerpo”, explicó.

Villamil relató que la forma en que intentaba salir de esos planos aterradores era apretar los ojos, incluso, en medio de su inconsciencia lograba mover la cabeza diciendo “no”, acciones que la familia podía observar pero no entendía.

“Mi familia me contó y yo también en un punto lo sé, que yo movía la cabeza de un lado para otro —como diciendo no—, muy fuerte, y era cuando yo me empezaba a alterar para ellos. Y para mí era la forma de poder salir de ese plano, cuando ya no me funcionaba lo de los ojos”, señaló. 

Por otro lado, la joven bailarina narró una escena que presenció, que para ella fue mágica, pues visitó un lugar muy hermoso con un valle verde y un lago de color azul, algo parecido a la visión que tenemos del paraíso. 

“Pasando el lago había cuatro palos, con telas blancas, de esas como las que se ven en la playa, donde la gente descansa. Y había hamacas y alguien vestido de blanco, y yo dije: ‘mi tío Andrés’ que falleció, hermano de mi papá. Yo solo lo veía a lo lejos (...) Y yo llegué. Recuerdo que esas son de las últimas imágenes que yo vi; el haber llegado ahí y después me devolví. Llegar allá fue difícil”, contó. 

Según su testimonio, todas estas experiencias, Villamil las interpreta como una lucha entre el bien y el mal y la vida y la muerte. Por fortuna, logró despertar y continúa recuperándose para llevar una vida normal.