Colombianos impulsan la bolsa con plataformas digitales y e-trading
Crece fuerte la inversión colombiana en renta variable gracias a plataformas digitales de e-trading, con índices al alza y volumen récord en 2025.

Crece fuerte la inversión colombiana en renta variable gracias a plataformas digitales de e-trading, con índices al alza y volumen récord en 2025.
En el primer semestre de 2025, la Bolsa de Valores de Colombia se sacudió como un río crecido. El MSCI Colcap avanzó un 20,9% y dejó un dividendo promedio del 7,4%.
Son cifras que harían sonreír a cualquier inversionista, porque ubican al país entre los más rentables y líquidos de la región.
La renta variable local movió un 64% más volumen que el año pasado, y el Mercado Global Colombiano (MGC) no se quedó atrás: creció un 113%. Los múltiplos también llamaron la atención: el precio/valor en libros se ubicó en 0,92 x y el precio/ganancias en 8,2 x.
Números bajos, que para los expertos son señales de oportunidad. Este no es un repunte aislado, es un mercado que lleva meses mostrando que tiene músculo, que no teme al riesgo y que busca atraer capital con una mezcla de rentabilidad y estabilidad. Como quien pule una joya, la plaza bursátil colombiana se está mostrando en su mejor ángulo.
Índices que rompen marcas y multiplican oportunidades
Las gráficas no solo suben en los índices, también en las pantallas. El e-trading creció un 77% en lo que va del año. Y detrás de ese número hay un cambio cultural: 552.639 cuentas activas de personas naturales con saldo, de un total que supera el millón.
Es decir, más de la mitad de los participantes con dinero real son ciudadanos que han decidido tomar las riendas de sus inversiones.
El salto digital no es casual. La pandemia encendió la chispa, pero la tecnología ha mantenido la llama. Hoy basta un teléfono y conexión a internet para revisar indicadores en sitios como tradingview, seguir en vivo los cambios del mercado y entender tendencias.
Lo que antes era territorio de corbatas y salas de juntas, ahora es un espacio donde caben estudiantes, emprendedores, jubilados y cualquier curioso con interés por aprender.
La inversión ya no es un club privado, sino una plaza abierta donde el ruido de los clics reemplaza al murmullo de los corredores.
Quién mueve la inversión
El repunte tiene varios protagonistas. Las comisionistas de bolsa aumentaron su posición propia un 140%. Las Administradoras de Fondos de Pensiones, un 70%. Los inversionistas extranjeros, un 44%. Y los particulares colombianos, un 60%.
No se trata solo de grandes firmas internacionales, sino de un ejército silencioso de ahorradores locales que ha decidido dar el salto a la bolsa.
En el Mercado Global Colombiano, los ETF han ganado terreno. Representan tres cuartas partes del volumen negociado en títulos extranjeros. Estos productos permiten a los inversionistas entrar a sectores y geografías que antes parecían inalcanzables. Entre ellos, las estrategias con bonos (como los iBonds) han captado atención, porque combinan liquidez y previsibilidad.
El resultado es un mercado más plural. Un ecosistema donde conviven capitales institucionales que mueven cifras de vértigo y pequeños inversionistas que, con disciplina, construyen portafolios diversificados. Como en un partido de fútbol, en la cancha hay figuras estelares, pero también aficionados que juegan con pasión.
Renta fija: el refugio que también se mueve
No todo es renta variable. La deuda soberana también ha tenido un año agitado. El volumen promedio diario de negociación en el mercado de contado para TES alcanzó los $2 billones, un 28% más que en 2024. Las operaciones simultáneas sobre estos títulos crecieron un 35%, llegando a un promedio de $4,25 billones diarios.
Entre las referencias más buscadas están los TES con vencimiento en 2027 y 2046, que mueven cientos de miles de millones cada día.
Esto refleja que, aunque la renta fija es vista como un refugio, también ofrece espacio para estrategias activas y apuestas a diferentes plazos.
La diversificación es la palabra clave. Muchos inversionistas están mezclando acciones con deuda, buscando balancear riesgo y retorno. Es un juego de equilibrios: aprovechar el dinamismo de la bolsa sin soltar del todo la seguridad de los bonos.
Un mercado que late en tiempo real
Lo que vive Colombia es un repunte numérico y un cambio de ritmo. Un latido más rápido que combina rendimientos sólidos, tecnología accesible y un público cada vez más diverso.
Hoy, abrir una cuenta de inversión es tan sencillo como descargar una aplicación. El smartphone se ha convertido en la llave de entrada a un universo que antes estaba cerrado.
Las gráficas de velas, los promedios móviles y los indicadores ya no son jeroglíficos indescifrables; son parte del lenguaje cotidiano de miles de personas.
El mercado colombiano parece más una plaza pública que una fortaleza de élite. Aquí se cruzan inversionistas institucionales con novatos que aprenden sobre la marcha. Se comparten expectativas, se celebran ganancias y se analizan pérdidas. Hay prudencia, sí, pero también audacia.
En este escenario, la bolsa se convierte en un espejo de la sociedad: dinámica, conectada, en constante aprendizaje. Y si las cifras mantienen su tendencia, 2025 podría ser recordado como el año en que Colombia dejó de mirar la inversión desde la barrera para convertirse en jugador activo de su propio destino financiero.