Sostenibilidad en la minería: experto aborda el desafío de la disposición inteligente de residuos peligrosos
Un experto analiza cómo la disposición inteligente de residuos peligrosos puede impulsar la sostenibilidad en la minería.

Un experto analiza cómo la disposición inteligente de residuos peligrosos puede impulsar la sostenibilidad en la minería.
Con el aumento de las exigencias ambientales y la presión por modelos sostenibles, la industria minera enfrenta un gran reto y objetivo: cómo disponer de manera adecuada y ecológica relés y materiales peligrosos. La gestión efectiva de residuos en la minería es crucial por diversas razones.
Una gestión adecuada protege los ecosistemas de contaminantes como metales pesados, ácidos y químicos de procesamiento que pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua. La disposición inadecuada puede generar contaminación y riesgos para la salud de las comunidades cercanas, con impactos negativos que pueden durar décadas o incluso siglos.
Para comprender mejor el tema y su relevancia, invitamos a Alfredo Pierino Romero Rivera, especialista en Minería, Energía y Logística, a contribuir con este reportaje. A lo largo de su carrera, Alfredo ha participado en diversos proyectos mineros y energéticos, adquiriendo experiencia práctica en la gestión de materiales peligrosos y en asuntos relacionados con el impacto ambiental.
Gestión de estos materiales
La industria minera emplea aproximadamente a 250.000 trabajadores en todo el mundo y genera alrededor de 7.000 millones de dólares anuales en exportaciones de materias primas. Sin embargo, esta actividad económica también produce una cantidad considerable de desechos. Por cada tonelada de minerales útiles extraída, las operaciones mineras pueden generar hasta 100 toneladas de residuos.
En este contexto, destaca la gestión de relés y componentes electrónicos. Los relés, que son piezas esenciales en los circuitos eléctricos, suelen desecharse en grandes cantidades durante el mantenimiento de equipos en las minas. Al contener metales pesados, se clasifican como materiales peligrosos y requieren procedimientos especiales de manipulación y disposición. El especialista comentó al respecto:
“La disposición inadecuada de relés puede provocar la liberación de lixiviados contaminados con metales como plomo y cadmio. Nuestro enfoque es establecer un proceso de clasificación y desensamble de estos componentes, dirigiéndolos a instalaciones certificadas para su tratamiento adecuado, con el fin de mitigar impactos ambientales y recuperar metales de alto valor”.
Desde el punto de vista económico, el sector minero aporta aproximadamente 17.000 millones de dólares al PIB mundial, y solo el reprocesamiento de residuos genera alrededor de 1.300 millones de dólares anuales. Estas cifras evidencian no solo la importancia financiera de la minería, sino también el potencial económico de una gestión más sostenible de los desechos.
La industria minera ha adoptado cada vez más prácticas sostenibles destinadas a reducir residuos desde las primeras etapas del proceso.
“Esto incluye técnicas de minería selectiva que permiten ubicar con mayor precisión los yacimientos, reduciendo así la cantidad de material estéril producido. Las tecnologías avanzadas de cribado también permiten identificar y separar materiales valiosos antes, disminuyendo el consumo de energía y agua durante el procesamiento”, agregó.
La adopción de principios de economía circular ha ganado fuerza en el sector minero, ya que las empresas buscan transformar residuos en recursos valiosos. Las alianzas entre la industria y las instituciones de investigación han impulsado la innovación, dando lugar a soluciones como el concreto geopolimérico, desarrollado a partir de relaves mineros, que tiene potencial para reducir las emisiones de carbono en aplicaciones de construcción.
Además, proyectos mineros en todo el mundo han comenzado a implementar técnicas como el reprocesamiento de relaves, el apilamiento en seco y la biorremediación para tratar los residuos de manera más eficiente.
“Lo mismo aplica a los desechos electrónicos, ya que empresas especializadas pueden extraer metales valiosos, reduciendo el volumen de disposición y promoviendo la economía circular”, añadió Alfredo.
Adoptar prácticas como el reciclaje de relés, el tratamiento térmico, el almacenamiento seguro y la disposición adecuada en instalaciones de Tratamiento, Almacenamiento y Disposición Final (TSDF, por sus siglas en inglés) reduce significativamente los riesgos de contaminación. Además, estas acciones permiten recuperar metales valiosos como cobre y plata, generan beneficios económicos, aseguran el cumplimiento de normativas ambientales, evitan multas y responsabilidades, y fortalecen la imagen corporativa como una organización orientada a la sostenibilidad.
La llamada minería de cero residuos representa un ideal en el sector: minimizar o eliminar los desechos mediante un uso más eficiente de los recursos. Esta estrategia implica la implementación de sistemas de monitoreo en tiempo real, que optimizan las etapas de extracción y procesamiento, reduciendo la generación de residuos desde el origen.
“Es importante destacar que integrar fuentes de energía renovable contribuye significativamente a reducir la huella ambiental en las actividades de gestión de residuos. Los sistemas de tratamiento de agua impulsados por energía solar y los equipos de monitoreo alimentados por energía eólica no solo disminuyen los costos operativos, sino que también mejoran el desempeño ambiental de las operaciones”, enfatizó el experto.
Un vistazo al perfil del especialista
Alfredo Pierino Romero Rivera, originario de Lima, Perú, dedicó dos años de su vida al servicio voluntario a tiempo completo como misionero para la Iglesia SUD en el norte de Perú, poco después de terminar la escuela secundaria.
“Esa fue una experiencia transformadora que moldeó mis valores de integridad, empatía y trabajo en equipo”, compartió.
Graduado en Administración de Empresas por la Universidad San Ignacio de Loyola, con especialización en Logística y Operaciones Empresariales, Alfredo ha trabajado a lo largo de los años en los sectores tecnológico y minero, perfeccionando sus habilidades en coordinación de la cadena de suministro, operaciones y eficiencia organizacional.
Siempre entusiasta del aprendizaje continuo, sigue profundizando sus conocimientos en áreas como el Análisis de Impacto Energético (EIA) y la disposición de relés, con el objetivo de fomentar la sostenibilidad en las industrias que apoya.
“Creo que el conocimiento debe actualizarse constantemente, especialmente en áreas críticas como el Análisis de Impacto Energético y la disposición adecuada de materiales electrónicos. Mi objetivo es aplicar estos aprendizajes de forma práctica, contribuyendo a procesos más sostenibles y eficientes en cada proyecto en el que participo”, concluyó.
Por: Mainara Screpanti