Por: Redacción • Colombia.com

Subcontratación de servicios de programación

¿Por qué deberías subcontratar el servicio de programación para tu empresa?

Las actividades que se suelen externalizarse son aquellas que no forman parte del core business. Foto: Pixabay
Las actividades que se suelen externalizarse son aquellas que no forman parte del core business. Foto: Pixabay

¿Por qué deberías subcontratar el servicio de programación para tu empresa?

El fenómeno de la globalización ha traído consigo consecuencias en multitud de ámbitos, pero una de las que más destacan es el tema de la subcontratación internacional de servicios (también llamada outsourcing). Esta práctica se ha venido repitiendo en multitud de sectores desde hace ya unas décadas, siendo típico en sectores como el textil o el automovilístico, así como el financiero o el ámbito de los recursos humanos. Sin embargo, en el mundo de la tecnología se está convirtiendo en una práctica cada vez más a la orden del día.

En unos u otros casos, las actividades que se suelen externalizarse son aquellas que no forman parte del core business, aquellas que no son cruciales para el desarrollo del negocio. Es decir, las labores accesorias o secundarias en relación con la actividad principal. En el caso de las empresas tecnológicas, una de las tareas que suelen tener esta consideración es la tarea de programación.

Las principales razones que llevan a la subcontratación de estos servicios están vinculadas a motivos económicos, y es que tareas como el desarrollo de software —apps de sobremesa o para dispositivos móviles— o el soporte técnico a pequeñas y medianas empresas pueden contratarse de manera mucho más barata en determinadas regiones extranjeras simplemente usando un servidor VPN para los accesos.

En estos terceros países los salarios que se pagan para realizar este tipo de labores son mucho más reducidos (por no hablar del abaratamiento de gastos comunes vinculados a la contratación de profesionales propios de la empresa, como por ejemplo los gastos en seguridad social, o los relacionados con el cumplimiento de las condiciones laborales en atención a las legislaciones laborales nacionales). A esto hay que unirle la cuestión de la especialización. Para los que abogan por este tipo de prácticas, contratar a alguien especializado en la tarea específica que se pretende realizar sale mucho más rentable y es más eficiente que confiar ese trabajo a trabajadores propios con un enfoque más general, que tardarían más tiempo realizar el trabajo, podrían necesitar algo de formación específica, y ofrecerían resultados menos precisos.

Sin embargo, no todo son ventajas. Este tipo de prácticas de subcontratación encierran (tanto en el sector tecnológico como en el resto de ámbitos en el que se dan) un lado oscuro que pueden hacer replantearse, tanto a nivel moral, como a nivel profesional, la aptitud de la práctica. Dejando de lado la posición de vulnerabilidad que la subcontratación puede generar en los trabajadores extranjeros, cuyos bajos salarios y condiciones laborales les impiden, en muchas ocasiones, crecer y desarrollarse como profesionales y aspirar a puestos y formas de vida mejores (lo cual no es una cuestión menor), estas prácticas pueden traer serios inconvenientes también para las empresas contratantes. En el ámbito tecnológico, algunas de ellas tienen que ver con la precariedad de los acuerdos laborales que atan a las partes. En muchos casos se trata de contratos de escasa validez legal donde los cauces de reclamación en casos de incidencias o incumplimientos son muy complicados. A esto hay que unirle otras limitaciones que tienen que ver con la distancia lingüística y cultural que separa en muchos de estos casos a las empresas contratantes y a los trabajadores subcontratados. Es por esta razón, precisamente, por la que el este de Europa se ha convertido en un centro importante en esta materia, ya que la cercanía cultural y el entendimiento de las costumbres occidentales los hacen más atractivos que destinos de subcontratación clásicos más alejados y con costumbres y culturas más diferenciadas como puede ser el caso de China India o el sudeste asiático.