Que cuidados tener antes y después de una cirugía plástica

“El manejo integral del paciente garantiza los resultados y beneficios esperados, por tal motivo, el tratamiento antes y después de una cirugía, es de gran importancia”

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“El manejo integral del paciente garantiza los resultados y beneficios esperados, por tal motivo, el tratamiento antes y después de una cirugía, es de gran importancia”

Antes y después de someterse a un procedimiento quirúrgico se reconoce la necesidad de no prescindir del cuidado que un profesional en estética (cosmetólogo, esteticista, cosmiatra), en conjunto o de acuerdo con las indicaciones del cirujano plástico, pueda proporcionar para asegurarle al paciente una recuperación en menos tiempo y con resultados positivos.

De acuerdo con el Doctor Luis Antonio Pinedo, miembro de la asociación Colombiana de Cirugía plástica, en la actualidad la tendencia es trabajar en equipo, el cirujano, cuenta con el apoyo inmediato de un grupo de profesionales  que estén en la capacidad de ofrecer al paciente desde la primera consulta  la atención relacionada con el tratamiento que coadyuve a su recuperación.

 

El tratamiento preoperatorio ayuda a disponer el organismo a la intervención quirúrgica, por lo que en muchos países se recomienda para todas las intervenciones en cirugía plástica, sesiones previas (mínimo diez días antes) de drenajes linfáticos manual y asistido con aparatología como el ultrasonido, electroestimulación, terapias de regeneración celular, corrientes de alta frecuencia y masajes de contorno; según Dr. Pinedo” el preoperatorio asegura excelentes resultados, pues los pacientes  son menos maltratados por edema (inflamación), hematomas y otras ventajas que favorecen su reincorporación rápida a sus actividades”.

 

El posoperatorio pasa por diferentes etapas y merece un gran cuidado, pues el objetivo es lograr el mejor resultado en el proceso de cicatrización. Dr.Pinedo recomienda empezar las terapias lo más pronto posible con maniobras de drenaje linfático (manual y con aparatología) con el fin de estimular los colectores de las linfas a que evacuen los desechos o se reabsorban, lo que disminuye la inflamación. El tratamiento es bien soportado por los pacientes, porque no produce dolor y sí mejoría.

 

El ultrasonido en intensidades y frecuencias adecuadas (superficial y profundo) ayuda a tratar la piel dándole elasticidad, estimula la microcirculación, trata extensiones nerviosas para evitar fibrosis (áreas endurecidas) y mejora el aspecto de las cicatrices. La vacumterapia es un equipo con el cual se ejerce un masaje más profundo que facilita el descongestionamiento de zonas endurecidas o evita que se formen, porque trabaja sobre el tejido conjuntivo y realiza un drenaje linfático cuando se hace siguiendo las vías linfáticas. La corriente de alta frecuencia para  higienizar la piel, mejora la cicatriz, ayuda a desaparecer los morados y es muy calmante. La electroestimulación y el láser de tejidos blandos son importantes porque aceleran la cicatrización, disminuyen riesgos de fibrosis y de infecciones y dan tonicidad a la piel.