Hombres en lista de espera para madurar

Kay S. Hymowitz, autora del best seller estadounidense Hacerse hombres: Cómo el avance de la mujer ha convertido a los hombres en niños, ha desatado una gran polémica entre ambos sexos.
Mientras ellos se resisten a reconocerse tal como allí se los describe, ellas sienten que por fin alguien recopiló las particulares características de los hombres actuales.

Para la investigadora del Manhattan Institute for Policy Research, la aparición de las mujeres en el campo laboral provocó que los hombres de entre 25 y 35 años prolonguen su adolescencia indefinidamente. Se divierten jugando PlayStation con sus amigos, coleccionan muñecos de Star Wars, van al trabajo en bicicleta y huyen de los compromisos sentimentales.

Entre los "preadultos", tal como se los menciona en el libro, también se incluyen a los casados ya que no necesariamente su estado civil los exime de la inmadurez.

Entonces se hace evidente que los hombres no están madurando al mismo ritmo de las mujeres. "Manning Up: How the Rise of Women has Turned Men into Boys", (el título original del libro en inglés) sostiene que esta nueva etapa en la vida de las personas está marcando un hito demográfico en Occidente.

Si bien hay muchas mujeres que también padecen esta "preadultez", lo novedoso es que, según Hymowitz, el sexo femenino saca provecho en este caso. La presencia de las mujeres es mayoría en las universidades, donde obtienen mejores promedios que ellos, buscan atravesar por más experiencias extracurriculares y planean su futuro minuciosamente.

Para la escritora, una de las causas de este fenómeno es que los hombres se desorientan por esa incursión de las mujeres en el campo laboral y por su determinación en alcanzar una carrera. Ello hace que el síndrome de Peter Pan se reproduzca con creces.

Otro de los impactos que tiene la "preadultez" es respecto a la falta de compromisos sentimentales ya que, como actualmente los hombres tienen más posibilidades de conocer parejas, a veces buscan tanto que nunca terminan por definirse por una sola mujer.

Mientras, ellas luchan por ser cada vez más exitosas e independientes y buscan hombres a su medida. Pero claro, no consiguen encontrarlos ya que éstos permanecen muy entretenidos con su adolescencia extendida.

Pero ni siquiera ello logra detener a las mujeres actuales, ya que cuando se cansan de esperarlos y ven que su reloj biológico empieza a hacer sonar la alarma de la fertilidad, se deciden por la adopción, por los tratamientos in vitro  o visitan un banco de esperma. Son decisiones a las que se ven obligadas para no resignar sus aspiraciones maternales y evitar los padecimientos de involucrarse con un inmaduro sin retorno.

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