Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

El placer de hacer ganchillo (Tejido)

El ganchillo es una técnica para tejer con hilo o lana que tiene siglos de historia y, para muchos, se ha convertido en una afición divertida que estimula la creatividad a la vez que mejora la habilidad física.

Actualización
El ganchillo es una técnica para tejer con hilo o lana que tiene siglos de historia. Foto: Shutterstock
El ganchillo es una técnica para tejer con hilo o lana que tiene siglos de historia. Foto: Shutterstock

El ganchillo es una técnica para tejer con hilo o lana que tiene siglos de historia y, para muchos, se ha convertido en una afición divertida que estimula la creatividad a la vez que mejora la habilidad física.

Hasta ahí no creo que te haya descubierto nada nuevo, pero lo que quizá no sepas es que hacer ganchillo también puede contribuir a la mejora de tu bienestar e incluso, del bienestar del planeta. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo. 

Mejora la salud física y mental

En la sociedad actual, nos enfrentamos muchas veces a unos ritmos frenéticos de producción y consumo que ponen nuestra mente a mil por hora, alejándonos de los ritmos de nuestro propio cuerpo. La verdad es que los tiempos de nuestro cuerpo van más en sintonía con los procesos de la naturaleza, y cuando empezamos a cultivar una nueva habilidad o destreza manual como el tejido, enseguida nos damos cuenta.

Si el tejido es nuevo para ti, notarás que tu mente puede aprender muy rápido la técnica de dar las puntadas, pero tienes que practicar durante muchas horas hasta que tus manos adquieran la destreza necesaria.

Lo más importante es ser paciente ya que, incluso cuando eres experto en esta actividad, la mente sigue teniendo que trabajar con los ritmos del cuerpo: podemos visualizar y diseñar una pieza de tejido compleja en poco tiempo, pero confeccionarla nos puede llevar hasta varias semanas.

Foto: Shutterstock
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Tanto si eres principiante como si ya tienes experiencia y estás buscando inspiración, te recomendamos echarle un vistazo a tutoriales de ganchillo. 

Combinar la mente con el cuerpo nos ayuda a bajar las revoluciones de la mente y volver a poner los pies en la tierra. La decisión voluntaria de abandonar la gratificación instantánea para trabajar por un objetivo a largo plazo es la única receta que se ha comprobado repetidamente que funciona para obtener éxito en cualquier ámbito de nuestra vida, y es por eso que el ganchillo resulta una actividad tan gratificante y satisfactoria.

La práctica constante de esta actividad no sólo nos ayuda a desarrollar la paciencia, constancia y disciplina necesarias para lograr resultados tangibles en el futuro, sino que nos aporta algo mucho más valioso: a disfrutar con cada puntada del patrón, a entregarnos por completo al momento presente. En el ganchillo no hay atajos, cada puntada cuenta para obtener el resultado esperado.

Por eso, durante este proceso desarrollamos la atención plena, más conocida como mindfulness.  En esos momentos donde nuestra atención está completamente enfocada a dar las puntadas, nuestros pensamientos reducen su velocidad y entramos en un estado de calma. El aumento de la relajación que se obtiene con la práctica del mindfulness se ha demostrado efectivo para el tratamiento de los males más comunes del mundo moderno: estrés, ansiedad y depresión. 

Aplicando constancia y dedicación, no tardamos mucho en empezar a notar una mejora progresiva de nuestro pulso, habilidad física y atención al detalle. De hecho, el ganchillo se suele recomendar a los estudiantes de medicina, odontología o veterinaria por esta razón.

La gratificación va en aumento a medida que comenzamos a ver los frutos de nuestro esfuerzo, y esto actúa como refuerzo positivo, favoreciendo nuestra sensación de autoestima y la confianza en nuestras capacidades. Créeme, la sensación de ser capaz de fabricar los utensilios que necesitas o poder crear tus propios regalos para tus seres queridos resulta muy satisfactoria, por no hablar de que puedes personalizarlos a tu gusto y que, por lo general, resulta más económico. 

Favorece la conciencia ecológica

Por otra parte, ser consciente del esfuerzo y atención que conlleva realizar este tipo de productos te permite una mayor apreciación de la artesanía y el trabajo manual. El aumento de conciencia de los procesos de producción, sin duda contribuye a la toma de decisiones de consumo más conscientes.

Cada vez vemos más personas que se dan cuenta de las dificultades para la sostenibilidad del planeta que supone perpetuar el modelo de consumo masivo y no sólo apuestan por reducir el impacto ambiental basando sus compras en la calidad y durabilidad de los productos, sino que también demandan procesos de producción más transparentes, éticos y respetuosos con el medio ambiente.

En este sentido, hacer ganchillo puede convertirse, además de en una afición placentera, en una manera de aportar nuestro granito de arena para el cuidado del planeta. Con nuestra habilidad, podemos tejer muchos productos que necesitamos, ganando autosuficiencia frente a los grandes productores industriales, y tenemos la posibilidad de elegir materiales de calidad.

También es posible tejer productos que favorezcan esta transición ecológica. Por ejemplo, tejer bolsas reutilizables para llevar las frutas y verduras para reducir el uso de plástico en las compras o incluso utilizar la técnica del ganchillo para reciclar las bolsas de plástico que tenemos en casa, convirtiéndolas en complementos o elementos de decoración. 

Compartir un buen rato

Muchas personas se han motivado para juntarse a disfrutar de este hobbie en grupo, convirtiéndolo en una actividad social  divertida y creativa. Si te gusta el ganchillo, quizá te interese organizar encuentros con otros aficionados para socializar y compartir trucos. Existen incluso asociaciones que se juntan para hacer ganchillo con fines solidarios, como juguetes para bebés prematuros.

Si dedicar parte de tu tiempo a cultivar un hobbie resulta en sí satisfactorio, imagínate contribuir con ello a ayudar a otras personas. Suena bastante bien, ¿no te parece? 

En definitiva, el placer de hacer ganchillo se extiende mucho más allá del simple entretenimiento. La capacidad de atención, paciencia y constancia que desarrollamos con la práctica constante de esta actividad son cualidades muy valiosas que podemos extrapolar a cualquier otro ámbito de la experiencia.

Foto: Shutterstock
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La coordinación entre cuerpo y mente que este proceso requiere nos permite bajar el ritmo acelerado de nuestro pensamiento, ganando equilibrio y serenidad. La decisión consciente de sacrificar el placer inmediato para traer a la realidad un proyecto complejo resulta a la larga más gratificante y nos ayuda a entrar en contacto con los procesos de elaboración detrás de los productos que compramos, contribuyendo a un aumento de la conciencia ecológica.

Además, para hacer ganchillo sólo necesitas unos pocos materiales básicos, que puedes transportar cómodamente en una bolsa a donde tú quieras, lo que te facilita convertir este hobbie en una actividad social enriquecedora. ¿Te animas?