Pareja invita a su boda a más de 200 personas y se van sin pagar

Una pareja de rumanos celebró su boda por todo lo alto en el municipio gallego de Viveiro (España), pero se marchó sin pagar por la fiesta, así lo confirmaron medios locales.

Antes del evento, celebrado el 9 de mayo, los novios abonaron por anticipado una parte de la suma (1.500 euros), presentaron sus documentos y dieron un número de teléfono móvil. El cumplimiento íntegro de las formalidades tomó a los organizadores por sorpresa, pues no suponían que la celebración pudiera acabar de esta manera.

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Los hechos

La familia había adelantado 1.500 euros para una espectacular ceremonia gitana, pero debía 8.000 más al restaurante. Los propietarios del local confiaban en que al día siguiente irían a abonar el resto, pero al día de hoy no hay ni rastro de la familia.

Más de 200 invitados disfrutaron de un banquete por todo lo alto que comenzó a las seis de la tarde y acabó bien entrada la madrugada. Según los meseros, la celebración se desarrolló sin ningún incidente. Incluso, el hermano del novio alegó que volvería al día siguiente a pagar los 8.266 euros de la factura porque su padre tenía el dinero, pero no estaba en condiciones de dárselo. No solo no volvió, sino que desapareció.

Inicialmente no querían comida ni bebida porque la llevaban ellos. Al final pidieron que les preparasen filetes de merluza y chuletas de cerdo, además de refrescos, vino normal y whisky de una marca conocida.

Otros caros preparativos

Aparte del deslumbrante traje de la novia y del vestuario de otros participantes, fuentes que conocen detalles explican que el famoso cantante rumano llegó a España en su avión privado, acompañado de cuatro músicos.

Quien contrató el local hostelero organizó una fiesta por todo lo alto, deslumbrante, dicen algunos de los que vieron la boda de su hermano con otra adolescente de edad similar.

Además de abonar por anticipado parte del alquiler del local, se acreditó con documentos, dio un número de teléfono móvil y firmó contratos y facturas.

Los organizadores trataron de contactar con los recién casados, pero tras no lograr hacerlo acudieron a la Policía. Los oficiales afirman que los novios viven en Viveiro hace mucho sin poseer un domicilio fijo.

Además, debido a las sospechas de que han podido huir a Rumanía, se reporta que la Policía Nacional ha pedido cooperación internacional para localizar a los recién casados y sus familiares: en España, Rumanía u otro país.

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