Nueva ley en Georgia requiere que la Policía entregue a indocumentados a las autoridades de inmigración

Georgia es uno de los estados de la unión americana que quiere endurecer las leyes de migración ante la ´flexibilidad´ del gobierno federal, al que acusan de permitir que los migrantes transiten tranquilamente entre un estado otro sin mayor control por parte de las autoridades.

En el estado conocido por los sembradíos del melocotón y sede de una de las marcas de refrescos o bebidas gaseosas más famosas del mundo, la llegada de migrantes irregulares ha generado enorme rechazo, en especial cuando el 22 de febrero, una joven estudiante de enfermería, Laken Riley, fue asesinada mientras corría por el campus de la Universidad de Georgia en la ciudad de Athens por un migrante venezolano que ingresó pidiendo asilo.

El asesinato de la estudiante originó protestas en el estado para solicitar medidas que eviten que los migrantes lleguen al país y se les permita movilizarse libremente por todo el territorio, y en marzo fue aprobada una ley que el gobernador del estado, el republicano Brian Kemp, firmó el pasado miércoles 1 de mayo.

La ley HB 1105 exige que los migrantes sospechosos de haber ingresado al país de manera irregular sean detenidos por las autoridades de Policía y que sean entregados al Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos.

Esta ley, creada en memoria de Laken Riley, también castiga a los policías que no notifiquen al Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos sobre la presencia de personas sospechosas de ser migrantes indocumentados.

Esta ley, como otras que han impulsado estados que no son fronterizos con México, son parte del descontento que existe con la política migratoria del presidente Joe Biden, un punto que muchos consideran influirá negativamente en su deseo por ser reelegido en los comicios que se llevarán a cabo en el mes de noviembre.

Hasta el momento, la ley SB4 de Texas es la que más endurece sus políticas migratorias y faculta a las autoridades de policía a detener a migrantes sospechosos de ingresar de manera irregular al país.