Conductor abandona el bus con pasajeros para ayudar a cruzar la calle a un adulto mayor

En medio de noticias violentas que se replican con más frecuencia debido a que tristemente son las que más audiencia generan, también se producen hechos, que, si bien no ‘venden’ tanto como las agresiones entre los candidatos a la Presidencia de la República, nos devuelven a los colombianos la creencia de que en este país todavía hay gente buena.

Existen quienes creen que las acciones buenas no se deben reproducir o promocionar en los medios como si se trataran de grandes proezas, porque sencillamente se debe obrar bien, pero estamos en un país que se ha convertido en indolente e indiferente, porque de no ser así, con seguridad existirían menos compatriotas sufriendo muchas necesidades.

En un acto que se ha ganado los aplausos de muchas personas a través de las redes sociales, un trabajador del servicio de transporte público de la ciudad de Cali, MIO, se convirtió en el héroe del día cuando en medio de su jornada laboral, decidió estacionar el bus que a esa hora conducía para ayudar a cruzar la calle a un adulto mayor con dificultades en su locomoción.

El conductor del MIO, Omar Sánchez, conducía un vehículo con pasajeros en medio de una concurrida avenida de la capital del Valle del Cauca, de pronto una de las personas que viajaba en el bus se acercó y le dijo que había una persona en medio de la calle intentando cruzarla, entonces tomó la decisión de ayudarlo.

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Omar Sánchez decidió frenar el bus, descender de él y alcanzar al señor en medio de la calle, un adulto mayor, para ayudarlo a cruzar en medio de un tráfico atiborrado, y una vez logró su cometido, retornó al bus para ser recibido con aplausos por los pasajeros que miraban la escena desde las ventanas.

El gesto de Omar Sánchez fue aplaudido también por la ciudadanía caleña y es considerado un ejemplo para todos, porque si imitamos la acción de este conductor de gran corazón tendremos mejores lugares para vivir.

La ciudad de Cali fue conocida hasta los años 80 como la ciudad cívica de Colombia, los caleños eran reconocidos como personas solidarias, existían esfuerzos mancomunados entre empresarios y ciudadanos para brindar atención a poblaciones menos favorecidas, pero lamentablemente, de eso queda poco porque el narcotráfico, la creciente población y el crecimiento desmedido e incontrolado de la ciudad hicieron que el civismo solo fuera una vieja moda del pasado.

Acciones como la de Omar Sánchez son las que, repetidas diariamente por muchos de nosotros, seguramente ayudarán a devolverle la humanidad a un país indiferente.