El Zoológico Santacruz es educación ambiental

Estas pérdida se produce a escala global como consecuencia del aumento en las explotaciones desenfrenadas de los recursos naturales de la tierra. Colombia no es la excepción 1.500 especies están reportadas en los Libros Rojos del país, en algún grado de amenaza, hay más de 700 especies de plantas y, más de 250 animales vertebrados igualmente en peligro.

Es por eso que además del mantenimiento de ecosistemas y hábitats naturales, la conservación ha encontrado métodos centrados en la preservación de individuos y poblaciones fuera de su hábitat natural, en ambientes controlados por el ser humano, como es la Rana de Lluvia Pristimantis renjiforum, especie categorizada en CR y de la cual se han realizado estudios comportamentales, uso de hábitat, nutrición entre otros; se avanza en su mantenimiento en cautiverio con fines de conservación, manteniendo unas poblaciones viables de la especie, salvaguardándola de acciones del ser humano como la tala de bosques, contaminación así como de los efectos que genera en estas especies el cambio climático.

“Los métodos exsitu son técnicas que sirven para detener procesos de extinción de especies. Hace mucho tiempo que los zoológicos y acuarios han dejado de ser un lugar de exhibición. Estas instituciones se han centrado cada vez más en un papel de aprendizaje dentro de las políticas de conservación de especies amenazadas con el objetivo de educar e investigar generando conciencia y conocimiento que aporte a la preservación de la vida silvestre”, comenta Sandra Gómez Jefe de educación y conservación del Zoológico Santacruz.

La incesante necesidad de un cambio en la evolución de los zoológicos, está relacionada con la necesidad del hombre de comprender la interrelación y la función que cumplen las especies en el equilibrio de la vida. Hoy existen y se implementan diferentes estrategias que colaboran con el bienestar animal y aportan a la conservación de especies, un ejemplo de ello son las aplicadas en el zoológico Santacruz, institución que cuenta con programas estrictos de Bienestar Animal, que incluyen actividades relacionadas con comportamiento animal nutrición y salud. Se trabaja de manera conjunta con otras entidades zoológicas colombianas y de carácter Internacional en programas de conservación de especies como El Titi Gris, Cóndor Andino entre otros.Las instituciones zoológicas trabajan en forma cooperativa para llevar adelante acciones de conservación de la biodiversidad ya sea a nivel local, nacional, regional o global, manteniendo grupos reproductivos de diversas especies amenazadas, procurando mantener alta la diversidad genética, siendo así capaces de tener una reproducción autosostenida y desarrollando los más altos estándares de bienestar animal.

A través de sus colecciones vivas están en una posición única para contribuir a la investigación, relacionada con la conservación. Los zoológicos y acuarios pueden realizar sus investigaciones por sí mismos o con la ayuda de otras instituciones (por ejemplo, mediante la colaboración con universidades como la INCCA y La Salle).

Las modalidades de investigación incluyen estudios en anfibios en uso de hábitat, inventarios de especies de anfibios, aves, mamíferos e invertebrados en la región; investigaciones de ciclo de vida y comportamiento en especies no convencionales como Mariposas y Arácnidos, estudios reproductivos de especies, evaluaciones ambientales, y trabajos de carácter comunitario en procesos de inclusión de buenas prácticas agrícolas en sistemas productivos de la región, de igual forma todos estos procesos son llevados de la mano con programas de educación ambiental en las instituciones educativas de municipio y con la población local, en trabajos de carácter cooperativo con empresa privada y entidades gubernamentales.

Para que todos los puntos mencionados se lleven a cabo y tengan un lineamiento en común en todos los establecimientos del mundo hay funciones que caracterizan el ideal de los zoológicos y acuarios, que provienen de una Estrategia Mundial para los  la Conservación (Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios, WAZA), donde surge un Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi.

El Plan Estratégico se compone de una visión compartida, una misión, objetivos estratégicos y 20 metas ambiciosas pero alcanzables, conocidas como las Metas de Aichi. El Plan Estratégico sirve como un marco flexible para establecimiento de objetivos nacionales y regionales y promueve la aplicación coherente y eficaz de los tres objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Meta 1: Para 2020, a más tardar, las personas tendrán conciencia del valor de la diversidad biológica y de los pasos que pueden dar para su conservación y utilización sostenible.

Meta 12: Para 2020, se habrá evitado la extinción de especies en peligro identificadas y su estado de conservación se habrá mejorado y sostenido, especialmente para las especies en mayor declive.