Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Virgen de Chiquinquirá tendrá su espacio dentro del Vaticano

La Virgen de los colombianos tendrá un especio dentro del Vaticano.

La réplica fue hecha con mosaicos. Foto: EFE
La réplica fue hecha con mosaicos. Foto: EFE

La Virgen de los colombianos tendrá un especio dentro del Vaticano.

Los Jardines Vaticanos acogen desde hoy una réplica hecha con mosaicos de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la patrona de Colombia, un regalo del Gobierno colombiano al Estado de la Ciudad del Vaticano.

El mosaico, construido con 70.000 diminutas piezas de colores azules, rojizos y dorados, se descubrió este viernes con la presencia del embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman.

En un primer momento estaba previsto que el papa asistiera al acto, invitado por Eastman, pero a última hora se le notificó que el pontífice no acudiría. La hospitalización de Francisco para ser sometido a una operación de colon, de la que se recupera satisfactoriamente en el Policlínico Gemelli de Roma, aclaró la causa de su ausencia, por tal razón, se dara paso a la ceremonia sin contar con su presencia, pero con su aprobación.

La Virgen de Chiquinquirá, que también es venerada en Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia, podrá ser contemplada en los Jardines Vaticanos en un momento de especial dificultad para Colombia, pero también para el mundo entero por la emergencia sanitaria desatada por la pandemia, según explicó Eastman en un encuentro con la prensa en Roma.

La historia detrás de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

La imagen original de la virgen, del siglo XVI, fue abandonada durante años tras perder su color, hasta que una devota la recuperó y volvió a colocarla en una capilla, donde, según la tradición, se produjo una restauración milagrosa de la obra.

Según el embajador, se trata de "un ejemplo de la cultura del descarte" en "un momento en que el Papa está llamando nuestra atención contra la cultura del descarte, que descarta a las personas a favor del individualismo y una economía de consumismo desenfrenado".

En 2017, durante la visita del Papa Francisco a Colombia, su imagen fue trasladada desde el santuario de Chiquinquirá a Bogotá a petición suya. El argentino fue el segundo pontífice en venerarla, después de que Juan Pablo II lo hiciera también en 1986.