Por una silla, sacaron con insultos y abucheos a Agmeth Escaf del partido de Colombia

En horas de la tarde de este jueves 7 de septiembre, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, se llevó a cabo un encuentro deportivo entre las selecciones de Colombia y Venezuela. Aunque el evento no registró mayores inconvenientes y terminó con la victoria de la tricolor, sí se presentó un enfrentamiento que terminó haciéndose viral en redes sociales.

El protagonista del curioso momento fue el representante a la Cámara por el Atlántico del Pacto Histórico, Agmeth Escaf, quien esperando disfrutar del partido de futbol asistió al estadio, sin contar que terminaría siendo insultado y abucheado por decenas de personas, quienes al verlo le exigieron al político retirarse del lugar.

Según se puede evidenciar en los videos que se han compartido en redes sociales, el incidente se presentó luego de que el representante reclamara sus asientos a la familia del delantero colombiano Luis Díaz, lo que generó rechazo en los demás asistentes, quienes terminaron sacándolo del estadio Meléndez.

“Ábrase de aquí, populista”, se puede escuchar que le gritaban algunos aficionados, quienes además le arrojaron bebidas al congresista.

Ante la alarmante situación, el congresista decidió abandonar las graderías junto a su familia y prefiriendo subirse a un palco y protegerse de las agresiones. Poco después se refirió sobre lo sucedido desde su cuenta de X (antes Twitter).

“No fue un tema de disputa por sillas como lo quieren hacer ver”, aseguró Agmeth Escaf, a pesar de que en el video se ve claramente la pelea por las sillas del Metropolitano.

Sin embargo, el congresista explicó que desde que llegó al estadio empezó a recibir insultos por su filiación política: “Tan pronto llegué con mi familia a esa zona del estadio, Occidental Baja, empezaron los insultos, las groserías y por lo que me decían me queda claro que fue un ataque político”.

“Lo que me ocurrió hoy en el Metropolitano jamás imaginé que podía pasarme en mi Tierra Prometida, Barranquilla. Me duele, no lo niego, porque es la ciudad que llevo en el alma y que más amo, y porque en el ataque estuvieron presentes mis hijos. Y eso solo me indica que hemos llegado a unos niveles de intolerancia y de violencia política que nos hacen daño y nos desunen en momentos en que deberíamos estar más unidos (como en un partido de la Selección)”, expuso Escaf.