Hable con Giorgio sale en cárcel de Italia: Sabas Pretelt

 El exministro del Interior sostiene que aunque sí visitó a Giorgio Sale en la cárcel, lo que dice ahora es mentira.

Colombia.com - Actualidad
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 El exministro del Interior sostiene que aunque sí visitó a Giorgio Sale en la cárcel, lo que dice ahora es mentira.

Por medio de un comunicado, el exministro del Interior y exembajador en Italia dijo que "no hay infamia más grande" que la que apoyada en hechos ciertos pretende distorsionar la verdad.

El exministro dice en el documento de cuatro puntos que "es cierto que como Embajador en Italia visité la cárcel de Rebbibia en Roma. En dos ocasiones me encontré con el señor Giorgio Sale".

Agrega que la primera vez asistió con el cónsul en Roma a la celebración del día del interno a la cárcel Rebbibia, invitado por las autoridades penitenciarias del ministerio de Justicia de Italia.

Indica que "en algún momento de mi visita fui abordado por el señor Sale con quien estuve algunos minutos hablando temas intrascendentes. Me contó de su supuesta cercanía con amigos míos los doctores J.E Escobar y C.I.Nader ya que habían asistido, como tantos, a sus restaurantes".

Este es el comunicado de Sabas Pretelt de la Vega

No hay infamia más grande que aquella que, apoyada en hechos ciertos, pretende distorsionar la realidad para alcanzar fines insospechados ante la justicia, en beneficio del perverso mentiroso. Es cierto que como embajador en Italia visité la cárcel de Rebbibia en Roma. En dos ocasiones me encontré con el señor Giorgio Sale.

La primera vez asistí con nuestro cónsul en Roma como invitado a la celebración del día del interno, por las autoridades penitenciarias del Ministero della Giustizia de Italia, ya que había dentro del programa de re socialización una obra con la participación de internos colombianos del pabellón de máxima seguridad. Allí conversé con los detenidos de nuestro país, quienes me solicitaron intermediar para lograr su repatriación, solicitud que se tramitó por los conductos regulares, y luego en algún momento de mi visita fui abordado por el señor Sale con quien estuve algunos minutos hablando temas intrascendentes. 

Me contó de su supuesta cercanía con amigos míos, los doctores Escobar y Carlos Isaac Nader, ya que habían asistido, como tantos, a sus restaurantes.

También me refirió, sin que se le diera ninguna importancia, la anécdota del reloj del magistrado Yesid Ramírez, con quien siempre trabajé y tuve buena relación cuando fui ministro. Me perdí la representación pues los actos protocolarios se prolongaron mucho más de lo previsto y teníamos otras obligaciones que atender.

La segunda vez, casi dos años después, asistí a Rebbibia con nuestra vicecónsul en Roma porque con autorización de las autoridades penitenciarias el señor Sale solicitó con insistencia que le escucháramos. La entrevista era para pedirle al gobierno ayuda sobre temas relativos a su señora e información judicial y de salud de su hijo detenido en la cárcel de Ternera. Como es usual el consulado adelantó el trámite correspondiente en la Cancillería. Repitió parte de los supuestos atropellos de la justicia contra él y contra sus hijos y entre lágrimas se dolió que en el país se utilizara su nombre para hacer daño a terceros inocentes.

Quiero destacar lo absurdo que yo le mencionase que aceptase cargos, porque lo vinculaban con Mancuso. ¿En qué y para qué servía o hacía daño y a quién esa propuesta estúpida? Por último rechazo la mentirosa suposición de que tal vez buscaba desprestigiar precisamente a quienes siendo mis amigos estaban en la Corte, y menos cuando al poco tiempo yo tenía que responder ante esa noble Institución sobre otras afirmaciones infames que han hecho contra mí, simplemente por haber sido ministro del Interior y de Justicia del buen gobierno que fue el de Álvaro Uribe Vélez. ¿Hasta cuando se le dará importancia indebida a las mentiras y falacias de los delincuentes que calumniando a gente decente buscan beneficios judiciales o mediáticos?