Los discursos en los Oscar: simples, largos y políticos

Los premios Oscar y su ceremonia suelen ser un evento fastuoso con mucha pompa y glamour en donde los ganadores han dado rienda suelta a la emoción, aunque la mayoría ha preferido no exagerar en cuanto a celebraciones.

La mayoría de los ganadores muestra una cara de no poder creer que hayan sido los escogidos para recibir una estatuilla, otros se muestran más serenos y poco expresivos, pero solo uno tuvo la efusividad para pararse sobre su silla y celebrar como el más fanático de los Tifosis, el italiano Roberto Benigni.

Los discursos en el momento de recibir un Oscar suelen tener como ingrediente principal el agradecimiento, unos lo dedican a sus familias y otros a sus países de origen, aunque nunca ha faltado el mensaje político en medio de las palabras.

Con el ánimo de no extenderse en la ceremonia de premiación se ha permitido que los ganadores hablen durante 45 segundos y si sobrepasan este límite de tiempo, la orquesta del teatro interrumpirá su alocución.

Una estrella muy escueta

Alfred Hitchcock recibió el premio Irving Thalberg, entregado en la ceremonia de los Oscar a personalidades que se encargaron de engrandecer el cine con su trabajo y en 1967 el premio lo recibió el director británico, pero se demoró más en subir al escenario porque apenas dijo ´gracias´, convirtiendo esta palabra en el discurso más corto de la historia de los premios a lo mejor del cine de Hollywood.

Mientras a lo largo de la entrega de los premios Oscar ha habido discursos en los que se agradece a quienes dieron su vida y salud en la Segunda Guerra Mundial y también en Vietnam, otros, como el de Jane Fonda en 1979 fue hablado a viva voz y en lenguaje de señas.

Halle Berry dedicó su trofeo a las mujeres negras sin nombre, en claro homenaje a su raza y porque ella fue una de las primeras mujeres negras en recibir un premio Oscar.