Caterine Ibarguen quiere una "fiesta de 15" en el salto triple

La atleta colombiana espera marcar 15 metros o más en su competencia olímpica para traer una medalla al país.

Catherine Ibarguen, medalla de bronce en los pasado mundiales de atletismo. Foto: EFE
Catherine Ibarguen, medalla de bronce en los pasado mundiales de atletismo. Foto: EFE

La atleta colombiana espera marcar 15 metros o más en su competencia olímpica para traer una medalla al país.

La colombiana Caterine Ibargüen, medallista de los pasados mundiales de atletismo, ha llegado a Londres con la mente puesta en celebrar la fiesta de su vida con un registro de 15 metros o más en la prueba de triple salto.

"Es lo que se necesitará para ganar una medalla; estoy tranquila y confiada", confesó a la deportista de 28 años, originaria de Apartadó.

Ibargüen ha sido una de las saltadoras de más crecimiento en el circuito mundial en los últimos dos años; en el 2011 fue tercera en los Mundiales de Daegú, Corea, y semanas más tarde ganó los Juegos Panamericanos.

Completó la temporada con un salto de 14.99 metros en Bogotá, con el que acabó primera de la lista mundial, empatada con la cubana Yargeris Savigne.

El viernes pasado, la colombiana mostró que está en muy buena forma al ganar la parada de la Liga de Diamante en Mónaco con un registro de 14.85 con el que venció a Savigne campeona mundial de 2007 y 2009 y a la kazaja Olga Rypakova, subcampeona en el 2011, dos de sus rivales más fuertes en Londres 2012.

"Ese triunfo no significa nada porque cada competencia es una oportunidad diferente para todas, aunque sí me ubica en tiempo y espacio de que voy bien", comenta la atleta, entrenada por el cubano Ubaldo Duany, un salto de longitud retirado.

Hace meses, Caterine ha estado rozando los 15 metros, un límite que sólo han pasado tres mujeres en el presente ciclo olímpico. El año pasado saltó seis veces más de 14.80, una de ellas 14.99, y en el presente hizo 14.85 el viernes y 14.95 en Medellín en abril por lo que no parece imposible verla dar un gran golpe en Londres.

Ibargüen es una alta morena de 1.81 metros y 65 kilogramos
de peso que sonríe con facilidad y se considera una persona sencilla y humilde, muy dedicada a la familia. En estos días es difícil distinguirla en la villa olímpica porque se confunde con el resto de los colombianos.

"Soy muy amigable", se limita a comentar, si alguien le pide hablar de ella misma fuera del cajón de saltos.

Colombia tiene en Caterine una de las principales cartas de la delegación, ilusionada con una posible medalla de la ciclista Mariana Pajón y otra del marchista Luis Fernando López, medallista de bronce en 20 kilómetros en los Mundiales de Daegú.

La colombiana parece no tomarse en serio la responsabilidad de luchar por una medalla y con su actitud da a entender que su real diversión está en el hecho de competir en un estadio bien iluminado, apoyada en el estadio por la gente de su país.

"No tengo ninguna presión, todo esto se enfrenta con la mente fría y en estos Juegos haré lo mismo de siempre, a dar lo mejor de mí", dice, quizás convencida de que la única manera de llegar a los 15 será si salta con alegría.EFE