Distracción al volante: Las pantallas y el riesgo de usar estos dispositivos

Es común encontrar que los carros tengan incorporadas pantallas en estos para disfrutar de videos musicales o poder ver las cámaras que estos hayan implementado durante su recorrido.

Teniendo en cuenta que instalar una de estas pantallas no es costoso, hay muchos autos que ya las tienen incorporadas en Bogotá, y es posible encontrar desde la de menor hasta la de mayor gama.

Sin embargo, no todas las pantallas están siendo permitidas según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), principalmente porque el Código Nacional de Tránsito prohíbe la utilización de aquellas que signifiquen un riesgo de distracción y, segundo, porque el uso de estos dispositivos es uno de los principales factores de accidentalidad en las vías.

Debido a esto, aquí detallamos cuáles son las pantallas que no se pueden implementar en los vehículos según el Código Nacional de Tránsito, pues de saltarse esta norma, el conductor puede recibir una multa al momento de emplear “sistemas móviles de comunicación o teléfonos instalados en los vehículos al momento de conducir”.

Este tipo de multas de tipo B oscilan entre los 8 salarios mínimos, y las multas de tipo C corresponden a 15 salarios mínimos legales vigentes. Claramente con las nuevas tecnologías que los autos han empleado, es común encontrar estas pantallas en modelos nuevos, las cuales implementan GPS, reproducción de música, de videos y hasta películas en diferentes plataformas.

La recomendación es evitar este tipo de distracciones mientras el auto está en movimiento, incluso tener el radio a un volumen demasiado alto también puede ser causa de multa si el agente de tránsito considera que está siendo motivo de distracción para el conductor.

Estos parámetros hacen parte de un protocolo de seguridad en la vía para evitar posibles accidentes por no estar atentos al camino o no lograr escuchar algún aviso de otros conductores; pues según la IMS hablar por celular, chatear o usar otras aplicaciones móviles al manejar multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un siniestro vial, catalogando este tipo de prácticas como “peligrosas y mortales”.