Cuando se le dio un nombre al océano Pacífico se hizo pensando en sus aguas calmas, muy diferentes a las de otros mares cuyas olas hicieron naufragar a las embarcaciones más grandes y acorazadas de los imperios europeos que se disputaban el dominio y las riquezas del nuevo mundo.
La gente que vive en las costas del pacífico ama la paz, pero su espíritu no tiene parsimonia, hombres y mujeres nacieron dotados de una alegría que se expresa en su forma de vivir la vida, para ellos no existe impedimento para desbordar su alegría y su mar interior que genera olas inmensas de sabor y sentimiento.
Como un homenaje al Pacífico, sus costumbres y su gente fue creado el Festival Petronio Álvarez, un evento magno que reúne la magia y la grandeza de la música y el orgullo de la gente de la costa pacífica colombiana, una región que le ha aportado al país lo mejor de su mar, de su tierra, pero especialmente de su genta alegre y altiva.
El Festival que engalana el ambiente con un folclor que recorre el cuerpo y extasía el alma, debe su nombre a un personaje que le cantó a sus raíces y que se encargó de difundir la magia de la música y de las composiciones de la costa pacífica colombiana por todos los rincones de nuestra geografía, se trata de Patricio Romano Petronio Álvarez.
Festival Petronio Álvarez
Petronio o “cuco” como se le conocía cariñosamente, fue un maquinista de la locomotora “palmera”, adscrita a los Ferrocarriles Nacionales y que desde su Buenaventura natal pregonaba sobre los rieles de la geografía nacional todos los cantares de la tradición de esta zona de Colombia, injustamente apartada a pesar de su belleza, riqueza y la gloria de sus habitantes.
Petronio Álvarez se encargó de difundir los aires del pacífico mientras su tren transportaba los sueños de muchos viajeros y las cargas de aventureros y adelantados comerciantes, este hombre romántico y enamorado de su tierra, no solo buscó rescatar lo mejor del sentimiento del pacífico sino darlo a conocer en esta tierra de montañas, valles y llanuras.
Petronio Álvarez fue un cronista que con sus creaciones hizo conocer gran parte de la cultura del pacífico y en su honor, el Festival grande la cultura y el folclor de esta maravillosa zona del país, tiene en Cali una cita de amor, alegría, identidad y orgullo.
Es tan grande la significación del Festival que es comparado con la mismísima Feria de Cali, se realiza en la Unidad Panamericana, un emblemático lugar de Santiago de Cali y reúne variadas agrupaciones y artistas del pacífico que año tras año refuerzan su identidad y aportan a la colombianidad con su diversidad.
La cultura heredada de África y enriquecida por siglos en esta maravillosa región colombiana, cuenta con una cita que debe ser valorada por todos los colombianos, porque son expresiones de nuestra realidad, un país diverso que debe trabajar por su unidad.
El camino inició hace 19 años de manera moderada, el Festival Petronio Álvarez, hoy es una celebración multitudinaria que se convierte en uno de los mejores eventos culturales de la ciudad de Cali.
Empezó en el Teatro al aire Libre los Cristales con una fiesta musical tímida que fue cogiendo cuerpo y fuerza hasta ser un evento que reúne culturas artísticas, gastronómicas y raíces del Pacífico.
Del Teatro Cristales se trasladó a la Plaza de Toros Cañaveralejo, en el 2011 se eligió el Estadio Pascual Guerrero y finalmente, por dimensiones exteriores y seguridad en el aforo interno, en el 2012 pasa a la Unidad Deportiva Panamericana, lugar en el que permanece actualmente.
El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, alcanza este año su versión décima novena.
Antes del Evento
Durante el Evento
Después del Evento
Cali es la capital del Valle del Cauca, que se encuentra ubicada al suroccidente de Colombia. Geográficamente Cali está en el valle del río Cauca, el segundo en importancia del país. A la altura de Cali este valle tiene 35 km de ancho y la zona urbana está sobre el costado occidental del río.
Se distingue en Colombia como capital de la “rumba”, la fiesta callejera, el baile y la salsa. Los caleños han desarrollado una cultura lúdica y hedonista, en armonía con el entorno natural y la vida campestre.