¿Para qué le sirve el omega 3 a los niños?

Mucho se ha dicho sobre los beneficios del Omega-3 para la salud. Se asocia a la prevención de accidentes cardiovasculares y consumirlo reduce el riesgo de sufrir ataques al miocardio, además se ha comprobado beneficioso para la salud mental, para controlar la ansiedad y la depresión.

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Inclusive estudios aseguran que reduce las posibilidades de que los niños sean diagnosticados con problemas de atención, conocido como TDAH. Algunos especialistas en neuropediatría lo recomiendan para regular el comportamiento de los niños, pues los ácidos grasos aportan al desarrollo cognitivo y por ende mejora la concentración.

El Omega 3 es considerado como esencial. Es indispensable en la dieta de los seres humanos pues contiene ácidos grasos que el cuerpo no puede producir por sí solo. Según Brian Dixon, Director Ejecutivo del Departamento de Ciencia y Educación en USANA Health Science, “los niños necesitan más nutrientes que los adultos.

La nutrición adecuada es el factor más importante para el crecimiento y el desarrollo exitoso, juega un rol esencial en todos los aspectos y sobre todo el desarrollo del cerebro”. Adicionalmente, el experto afirma que “una buena nutrición durante la infancia es importante no sólo para apoyar el crecimiento normal y el desarrollo cognitivo, sino también para establecer patrones de alimentación saludable que se asocian con un menor riesgo de afecciones y enfermedades crónicas en la edad adulta, como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, el síndrome metabólico, y la osteoporosis”. 

Por otra parte, Paulino Castells, neuropediatra de la Universidad de Barcelona, resalta los beneficios de este componente nutricional para el desarrollo cerebral de los pequeños y asegura que los ácidos grasos Omega-3, constituyen parte del entramado graso de la composición cerebral. Un 60% del peso del cerebro humano se debe sólo a la grasa. Una grasa que resulta tan esencial para el cerebro como el calcio lo es para los huesos. La mitad de esa grasa cerebral tiene forma de DHA, componente principal del Omega-3.

En su libro "Nunca quieto, siempre distraído", cuyo tema central es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los niños, asegura que los omega-3 no pueden curar el TDAH, pero “optimizan al máximo las cualidades mentales de una persona trastornada”. Incluso, estudios realizados por Investigadores de la Universidad de Purdue (Indiana, EE.UU.) demostraron que los niños que tienen hiperactividad muestran niveles más bajos de ácidos grasos esenciales que los niños sin el trastorno. Estos científicos llevaron a cabo un experimento con una población de 53 niños de entre 6 y 12 años que padecían TDAH y otros 43 niños sin el trastorno, en un grupo control. 

Los análisis demostraron que los niños con TDAH tenían niveles significativamente más bajos de ácido araquidónico, EPA y DHA en su sangre. Los niños hiperactivos, además, mostraban síntomas asociados con bajos niveles o déficit de ácidos grasos: sed, orina frecuente, piel y pelo muy secos, riesgo asmático e infecciones del oído. *Fuente: consumer .es

En conclusión, los ácidos grasos omega-3 son fundamentales para el desarrollo de niños: no solo por su salud física, sino también por su comportamiento. Por esta razón por la que muchos dan a sus bebés fórmulas que estén fortificadas con ácidos grasos omega-3.  Sin embargo, cuando los niños comienzan a comer alimentos sólidos puede ser más difícil para ellos obtener suficientes ácidos grasos, especialmente si no les gusta el pescado. 

De hecho, se calcula que casi 80 por ciento de los niños tiene deficiencias de Omega-3.  Afortunadamente, ahora es fácil darle a los menores un comienzo inteligente para gozar de una buena salud, para esto fue desarrollado el  BiOmega Jr, suplemento de alta calidad de USANA a base de omega-3 para niños, el producto tiene sabor a naranja y viene en presentación sachet para un consumo fácil y práctico.

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