Halloween: Esto es lo que dice la Biblia sobre la celebración y cómo surgió la tradición

Se acerca la famosa celebración de Halloween, una festividad que se celebra en todo el mundo y de la que existen muchas preguntas, sobre todo cuando se habla de religiones, y es que la también conocida "noche de brujas" va más allá de la cuestión comercial y el rumbo que tomó en las últimas décadas, pues su origen es muy diferente. 

El origen de halloween se traza al festival celta de samhain, que se basaba en la creencia de que los muertos regresaban la noche del 31 de octubre para atormentar a los vivos. Para ellos era un día en donde los mundos sobrenaturales se unían. La muerte y los espíritus eran centrales en las ceremonias de sainar que fueron las que dieron origen a la noche de Halloween.

Además, durante esta noche los celtas se disfrazaban, casi siempre con pieles de animales. El objetivo de esto era confundir a los espíritus y evitar cualquier posible problema con ellos. Además, se realizaban sacrificios de animales y otro tipo de ritos.

Se puede decir que el Halloween celebra todo relacionado con la muerte, la oscuridad, los ritos y el mundo de las tinieblas, por lo que muchos aseguran que al ser una exaltación de lo oscuro contradice lo que la Biblia por años ha querido enseñar, que es todo lo contrario. 

En cuanto a los Fantasmas, vampiros, hombres, lobo, brujas y zombis se les ha relacionado también con el mundo oscuro y los espíritus malignos. La obra Halloween Trivia llama a estas criaturas “monstruos sobrenaturales” y señala que están “estrechamente relacionados con la muerte, los difuntos y el miedo a morir”.

A pesar de que su origen con los años se ha transformado y ahora muchas personas consideran que el Halloween es tan solo una diversión inocente, en la que pueden festejar y hasta imitar a sus personajes favoritos con disfraces e incluso poder llenar sus casas con dulces, la Biblia se manifiesta en distintos pasajes contra este tipo de prácticas. 

• Uno de los ejemplos más claros es el de Hebreos 9:2, donde el apóstol Pablo indica que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. De esta manera, expresa que no hay ningún tipo de retorno de los muertos y mucho menos celebración de la misma
•  “No deberá haber entre los tuyos quien […] invoque a los espíritus o espectros, ni quien consulte a los muertos” Deuteronomio 18:10-12, lo que significa que Dios no aprueba que las personas intenten ponerse en contacto con los muertos. 
•  “No […] tengan nada en común con los demonios. No pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios” 1 Corintios 10:20, 21, por lo que de ninguna manera se acepta que exista relación con los demonios o entidades oscuras. 
• Deben “mantenerse firmes contra las astutas trampas del Diablo; porque […] tenemos una lucha […] contra las fuerzas espirituales malvadas”, Efesios 6:11, 12, las personas creyentes deberían luchar contra los espíritus malignos y no hacer como si estuvieran divirtiéndose con ellos.