La historia de la mujer discapacitada que perdió su virginidad a los 43 años con un trabajador sexual

La sexualidad es un tema que, aún hoy en día, continúa siendo un tabú en muchas comunidades. Sin embargo, con el cambio de generación ha cobrado gran relevancia el hecho de educar sobre los métodos de planificación, la prevención de enfermedades, entre otros aspectos relacionados. 

Si para algunas personas sanas, encontrar a la persona adecuada para consumar el acto sexual es un poco difícil por diversas circunstancias que hay que tener en cuenta, es de esperarse que para quienes tienen algún tipo de discapacidad la situación se torne aún más complicada.

Este es el caso de Melanie, una mujer que padece mielitis transversa, condición que paraliza sus piernas y limita el movimiento de sus brazos debido a una severa inflamación en la espina dorsal, motivo por el cual tiene que movilizarse en silla de ruedas y debe recibir asistencia de trabajadores sociales para realizar sus labores diarias. 

A sus 43 años, Melanie continuaba siendo virgen, por lo que un día, cansada de que su único contacto físico con una persona del sexo opuesto a lo largo de su vida hubiera sido por razones médicas, le comentó a la trabajadora social su situación, a lo que ella le sugirió que contratara a un trabajador sexual.

Para la mujer no fue nada descabellada la idea, pues a raíz del aislamiento por la pandemia se había prometido que pondría fin a todas las inseguridades y ansiedades que había desarrollado como persona discapacitada en torno al amor y a la intimidad. 

"Simplemente me abrió los ojos al hecho de que tal vez podría experimentar eso", le contó Melanie a BBC Access All, un programa que aborda noticias de interés y bienestar de discapacitados.

En ese momento, iniciaron con la búsqueda a través de diversas compañías online hasta que dieron con el indicado: un hombre llamado Chayse que le causó gran curiosidad.

Tras varias preguntas, Melanie pactó una cita con el joven quien fue muy Cortés en todo momento. Según su testimonio, nunca antes se había sentido tan cómoda con un hombre. "Fue la primera vez que estaba desnuda frente a un hombre, fuera de en un hospital", señaló.

"Supe que al contratar a Chayse y pagarle por un servicio, yo estaba en control. Sabía que si Chayse me trataba diferente o hacía algo que no me gustara él lo dejaría de hacer", añadió en entrevista para el medio citado. 

Tras consumar el acto, Melanie y Chayse se volvieron súper amigos y desde entonces se han visto varias veces pero no siempre ha sido para el ámbito sexual. Ahora es él quien la apoya para ayudarla a desarrollar futuras amistades románticas con otras personas. 

"Nunca pensé que utilizaría las aplicaciones de citas y hablar con hombres online y ahora lo hago prácticamente a diario. Sólo me arrepiento de no haberlo hecho antes", puntualizó Melanie.